Si alguien hubiese preguntado, a principios de mayo, quién era el mejor entrenador del mundo, los aficionados al fútbol se habrían dividido entre dos nombres: Pep Guardiola y Jürgen Klopp. Una minoría habría apuntado a Tomas Tuchel, alguno se habría decantado por Diego Simeone, Zinedine Zidane habría captado algún voto… Pero casi nadie habría elegido al que, desde el pasado sábado, es el técnico más laureado de la historia de la Champions, Carlo Ancelotti.
Una excelente descripción de su figura. A sus 62 años, el italiano guió magistralmente al Real Madrid a la conquista de su decimocuarta Champions. El triunfo de un tipo discreto, tranquilo y educado. De un técnico sabio, experto y sosegado. Su gestión de grupo ha sido básica en el éxito blanco y, por ello, supone un ejemplo muy valioso para cualquier CEO. Así actúa y dirige Ancelotti, el gran campeón de Europa.
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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) May 29, 2022
Hace menos de un año, Carlo Ancelotti completó su segunda temporada al mando del Everton. Finalizaron la Premier en décima posición. Su nombre estaba alejado de los grandes banquillos. Pero entonces, le llamó el Madrid. Y Ancelotti estaba preparado.
Según publicó el diario deportivo español As, el italiano descolgó el celular tomando la iniciativa. «¿Habéis encontrado ya al sustituto de Zidane?», preguntó a su interlocutor, José Ángel Sánchez. «Todavía no», respondió el hombre de confianza del presidente Florentino Pérez. «Pues ya lo tenéis».
Nadie contaba con Ancelotti y, sin embargo, él dio el paso en cuanto reconoció la oportunidad. Luego, al timón del equipo, ha demostrado su capacidad para reinventarse. «El fútbol ha cambiado y yo he sabido adaptarme a esos cambios», explica. «Desde la primera final (de Champions) en 2003 hasta hoy ha habido muchos cambios. Han sido cambios positivos. El fútbol es siempre un espectáculo muy, muy interesante, y me adapto a los cambios porque me apasiona este deporte». Su formación es continua. Los éxitos pasados no le hicieron acomodarse.
Ancelotti supo entender desde el primer momento qué equipo tenía entre manos. Y diseñó una estrategia acorde. Con un centro del campo entrado en años y una defensa nueva, el italiano apostó por protegerse para poder competir de tú a tú contra los grandes de Europa. La final fue un claro ejemplo. El Madrid se defendió colectivamente y esperó su momento. Y ahí, sentenció.
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El técnico no se dejó llevar por la presión del escudo. El Madrid implica jugar al ataque, ser protagonista. La grada y la prensa vigilan. Ancelotti primó las necesidades de su equipo por encima de todo.
Paolo Maldini, uno de los mejores defensas de la historia, ganó dos Champions a las órdenes de Ancelotti. Define al técnico como «el oso tranquilote». Ancelotti ha hecho de la tranquilidad, la naturalidad, la educación y la elegancia su forma de dirigir cualquier nave. Su gestualidad, sus declaraciones y sus actos no se desvían de ese camino. De hecho, promueve el humor en muchos de sus entrenamiento, y las bromas son habituales en sus conferencias de prensa, especialmente en las que anteceden a momentos clave.
La previa a la final de París fue un buen ejemplo. Preguntó a un periodista si pondría a Rodrygo de titular. Después, cuestionado sobre la presión asfixiante que ejercen los equipos de Klopp o Tuchel, frente al estilo de los de la «vieja generación», entre los que se sintió incluido, recogió el guante con humor. «Veo los cambios del fútbol y los futbolistas. No puedo presionar alto si tengo un delantero gordo. Le tengo que poner en el área para meter un gol… Buen ejemplo para antes de la final de la Champions».
«Nos da la confianza que todos necesitamos», afirma Vinícius, que bajo su batuta se ha convertido en uno de los mejores delanteros del mundo. El brasileño, muy cuestionado en años anteriores, ha explotado con 22 goles y 20 asistencias. Marcó el tanto de París.
Esa confianza llega hasta tal punto que Ancelotti no duda en apoyarse en sus futbolistas de confianza para tomar decisiones. El de Reggiolo habló sobre la alineación de la semifinal contra el City con Kroos y Marcelo. «El míster tenía ciertas dudas y nosotros hemos visto algunos partidos», desveló Kroos . «Eso lo describe muy bien, y explica por qué las cosas siempre funcionan con el equipo. Es algo excepcional. Al final es su decisión, pero obviamente está interesado en nuestra opinión».
«Nunca he tenido otro técnico que hiciera preguntas a los jugadores y les diera cierta responsabilidad», coincide John Terry, mítico central del Chelsea.
El técnico siempre pondrá a sus futbolistas por delante. «Sigue viéndose como un jugador que ahora entrena y se pondrá del lado de ellos, incluso si eso le cuesta el puesto», asegura a ESPN Chris Brady, coautor del libro ‘Liderazgo tranquilo’ sobre Ancelotti. Una seguridad que refuerza al colectivo.
Además, el italiano toca teclas individuales como elemento de motivación. Tras el título en París, desveló una conversación que tuvo meses antes con su portero, Thibaut Courtois. «Le dije, yo te llevo a la final y tú me la ganas». El belga cumplió con el pacto.
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Ancelotti utiliza de manera magistral la diferencia generacional para gestionar sus equipos. Es habitual verle hacer gestos cariñosos, casi paternales, a los futbolistas más jóvenes de su equipo. En general, se preocupa por el bienestar de cada jugador. «Distingo entre el jugador y la persona», explica. «Creo que mostrar tu verdadera cara es muy importante a la hora de tener una relación con alguien basada en el respeto. Un jugador es alguien que tiene la suerte de jugar al fútbol, y yo tengo la suerte de ser entrenador. Hay que distinguir entre lo que hace alguien y lo que es«.
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Una de las imágenes más icónicas de la gestión de Ancelotti sucedió tras la consecución del título de Liga. El Real Madrid jugaba unos días más tarde la vuelta de las semifinales de Champions contra el Manchester City, pero el italiano piensa que los éxitos hay que celebrarlos. Por eso, no dudó en dar manga ancha a los suyos. El propio Ancelotti fue el primero en encenderse un cigarro junto a sus jugadores.
— Vini Jr. (@vinijr) May 1, 2022
«No, ¡no fumo puros!», comentó Ancelotti después. «Sólo se trata de una foto con mis amigos. Y sí, estos jugadores son mis amigos». Días más tarde, con todo en contra, el Madrid dio hasta su último aliento y remontó con dos goles en el descuento.
En toda trayectoria longeva hay puntos negros. El suyo tiene la fecha del 25 de mayo del 2005. Su Milan ganaba 3-0 al descanso de la final de la Champions contra el Liverpool. Terminó cayendo en penaltis. «Cuando le mencionas lo de Estambul, sólo dice que esas cosas suceden«, afirma Brady. «Aún dice que el primer tiempo es la mejor actuación de todos los equipos que ha entrenado, y que el segundo tiempo tuvo igual nivel, con la excepción de ocho minutos. Sólo que no pudo cambiar cosas lo suficientemente rápido durante esos ocho minutos».
No coach has won more European Cups than Carlo Ancelotti (4) 🏆🏆🏆🏆#UCLfinal pic.twitter.com/LxPz2FGtdI
— UEFA Champions League (@ChampionsLeague) May 28, 2022
Ancelotti acepta las derrotas como parte de su profesión. También las críticas. «Tengo tantas ganas de ser entrenador del Real Madrid que la crítica es bienvenida, me tiene despierto. Agradezco tener críticas, me tienen más vivo, muchas gracia», bromeó el técnico. De nuevo la naturalidad y la tranquilidad como forma de vivir. (Borja Santamaría)
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