Si bien es cierto que el éxito se revela según el observador, por mucho tiempo el «reconocimiento público» se había convertido en una medida para saber si alguien realmente lo logró. Sin embargo, esta tendencia está comenzando a cambiar y vemos cada vez más mujeres vanguardistas cuyo talento ha sido puesto al servicio de la sociedad.
De hecho, la transformación del sistema que conocemos ha sido tal, que todo se está adaptando al lenguaje del metaverso. Ese universo paralelo que sigue en construcción, esconde un futuro hecho a la medida de las nuevas generaciones. Todo esto nos invita a reconocer que estamos sumidos en plena revolución digital.
Con ello han llegado nuevas formas de relacionarnos, de comprar y de vender. Esto ha servido de terreno fértil para nuevos emprendimientos, en su mayoría orientados a la integración de la tecnología como elemento de resolución de grandes problemas sociales.
En esta revolución ningún sector escapa. Ahora vemos cómo el Turismo requiere de la adición de nuevos términos a sus procesos, como lo son la responsabilidad social, sostenibilidad y accesibilidad. De este modo, el emprendimiento y la educación se convirtieron en los pilares de desarrollo del sector posicionando a la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas (OMT) como un referente de innovación.
El nuevo significado del éxito involucra un fino olfato para el reconocimiento y logro de las metas. Los resultados finalmente son los que hablan por la persona. Gracias a esto, las mujeres han dejado de ser invisibles demostrando cada vez más cuán preparadas están.
Ahora esta preparación se ve potenciada por la osadía y el respeto al medioambiente. Las líderes reconocen que el futuro de sus negocios va conjunto al del planeta, y de toda la gente que forma parte de él.
El éxito ahora significa saber mirar al futuro.
Por: Karime Rivas.
