A más edad, menos enfados: lecciones sobre el envejecimiento

Paradójicamente, la ficción define nuestra realidad. Es uno de los pocos espacios en los que los seres humanos bajamos la guardia; somos menos críticos y tenemos las mentes más abiertas, lo cual facilita su influencia sobre nuestras perspectivas del mundo. Por eso, es vital evaluar los contenidos que consumimos y creemos. Uno de los factores más notorios es la ausencia de representación de distintas etnias y edades. Como la presencia de personas de la tercera edad es infrecuente, esto alimenta la insatisfacción asociada con el envejecimiento, ya que suele ser mostrado como gris, lleno de achaques y quejas; desde el asiento trasero, como un ‘afterthought’.

Sin embargo, este episodio de nuestra serie vital está lleno de ventajas. De acuerdo con investigadores de la Stony Brook University, las personas de más de 50 años son las más felices y las menos estresadas, y el enojo va en declive desde la década de los 20 hasta los 70. En ese sentido, Laura Carstensen, psicóloga de la Universidad de Stanford, dirigió un estudio que demostró que personas entre los 18 y 94 años se vuelven más felices con la edad, y que las emociones de tristeza, enojo y temor tienden a volverse menos pronunciadas con el pasar de los años.

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Hábitos para una vejez sana

Una vez interioricemos estas realidades, podemos pasar a la siguiente fase: recibir las siguientes temporadas de la vida de la manera más saludable posible. No podemos controlar algunos factores que vienen con el otoño y el invierno de nuestras vidas, pero sí podemos gestionar otros muchos, como tener una dieta balanceada, hacer ejercicio, y visitar profesionales de la salud física y mental regularmente. Hábitos que, seamos honestos, deberíamos cultivar desde la primavera y el verano de nuestro viaje por la Tierra.

Cuando tratamos el tema de la edad, olvidamos un detalle clave: todos nacen y todos mueren, pero no todos envejecen. Envejecer es un privilegio. Si está aquí luego de múltiples décadas, es uno de los afortunados que ha visto más amaneceres que muchos.

Tres lecciones de Grace & Frankie

Por suerte, no toda la ficción presenta el envejecimiento en los mismo términos. Existe una serie de televisión que ha venido a derribar los efectos del edadismo, la discriminación por los años. De los creadores de «Friends», nació «Grace & Frankie», una serie que sigue a dos amigas de la tercera edad (interpretadas por Jane Fonda y Lily Tomlin), unidas por un detalle: la petición de divorcio de sus esposos, quienes se enamoraron. En medio de risas y dificultades, abordan los retos que enfrentan las personas mayores. Estas son algunas enseñanzas que nos aporta:

«A mi edad solo tengo una velocidad, vertiginosa»

Esta frase es fiel a los resultados de múltiples investigaciones: con la edad perdemos el temor a las opiniones de otros, e incrementamos la valentía y el disfrute en el día a día.

«Gané otra libra hoy, pero es una libra de conocimiento»

La ecléctica Frankie guarda sus recuerdos en vlogs que graba en su celular. En esta ocasión, relaja sobre un ligero incremento de peso, mientras alude a la sabiduría que viene con el tiempo.

«Me niego a ser irrelevante»

Luego de ser ignorada por un vendedor distraído con una compradora joven, Grace explota en un monólogo sobre la invisibilidad de la vejez. Frankie lo interpreta de otra forma: ¡un nuevo superpoder!

Por Laura Yepez. Artículo publicado en la revista especializada en salud MediHealth.

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