La mayor entidad bancaria del país, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD), ha mantenido la tasa de interés de política monetaria en un 3% cada año, permitiendo que otras tasas derivadas también mantengan su porcentaje igual. La decisión se basa en el análisis exhaustivo del impacto del covid-19 sobre la actividad económica y la evolución futura de la inflación.
En particular, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) en septiembre fue de 0,45%, mientras que la inflación acumulada durante los primeros nueve meses de 2021 fue de 5,88%; la variación de los últimos 12 meses se ubicó en 7,74% en septiembre, disminuyendo desde el máximo alcanzado en mayo. Por otro lado, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta, alcanzó 6,10% interanual en septiembre de 2021.
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No obstante la moderación reciente en la inflación interanual, la dinámica de los precios internos continúa afectada por choques transitorios de oferta asociados a mayores precios del petróleo y de otras materias primas importantes para la producción local, como trigo, maíz y soya; así como al incremento de los costos globales de fletes ante la escasez de contenedores.
En pocas palabras, sí. Su relevancia surge gracias a la meta del BCRD para lograr la estabilidad de precios y una inflación baja, estable, que contribuya a posicionar nuevamente a la República Dominicana como una de las economías de mayor crecimiento en América Latina.
Ante el sistema de pronósticos de la entidad, que indica que la inflación convergería al rango meta de 4% ± 1% para mediados de 2022, a un ritmo más gradual de lo previsto originalmente debido a la mayor persistencia de los choques externos, el BCRD ha implementado desde agosto del presente año un plan gradual de normalización de su política monetaria.
En una primera etapa, se está llevando a cabo el retorno ordenado de los recursos otorgados durante la pandemia, en la medida en que las empresas y hogares van amortizando al vencimiento los préstamos concedidos a través de las distintas facilidades de liquidez.
Adicionalmente, se está evaluando la transitoriedad del choque de oferta y su impacto sobre la inflación, estando preparados para tomar las medidas necesarias para preservar la estabilidad de precios y mantener ancladas las expectativas de los agentes económicos.
En el entorno internacional, las perspectivas económicas se mantienen positivas, aunque se observa una moderación en las expectativas de recuperación global asociada a la incertidumbre generada por el ritmo de contagios mundiales de covid-19 y a las disrupciones en las cadenas de suministros globales.
Es una disciplina que busca controlar los factores monetarios para garantizar la estabilidad de los precios y el crecimiento económico, dígase que a través de esta el BCRD dirige la economía en un camino estable hacia el cumplimiento satisfactorio de sus objetivos macroeconómicos.
Las principales metas de mencionada política son:
Para lograr lo descrito anteriormente, la Política Monetaria cuenta con una serie de factores como la Tasa de la Política Monetaria (TPM), masa monetaria y el coste del dinero. La TPM se define como la tasa de interés mínima que los bancos centrales cobran a las entidades financieras por los préstamos interbancarios. (pfm)
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