La inteligencia artificial (IA) se ha consolidado como una herramienta esencial para impulsar la innovación y el crecimiento económico en todo el mundo. Sin embargo, en América Latina, este fenómeno plantea tanto desafíos como oportunidades.
A pesar de los avances destacados en algunos países de la región, aún persisten obstáculos significativos que limitan la capacidad de las empresas latinoamericanas para aprovechar plenamente el potencial disruptivo de la IA.
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El Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA) 2024 subraya que América Latina ha logrado avances importantes en la adopción de tecnologías IA, aunque sigue rezagada respecto a potencias globales como Estados Unidos, China y algunos países europeos. Estos países cuentan con infraestructuras más desarrolladas, grandes volúmenes de datos y talento humano especializado que les permite liderar la investigación y desarrollo en IA.
En contraste, América Latina enfrenta limitaciones en infraestructura tecnológica, acceso a datos y retención de talento, factores que obstaculizan la creación de negocios competitivos y su escalabilidad.
El informe ILIA clasifica a los países de la región en tres categorías en función de su nivel de adopción de IA:
Pioneros. Incluye a Chile, Brasil y Uruguay, que destacan por su sólida infraestructura tecnológica, desarrollo de talento y capacidad de innovación. Estos países han logrado avanzar en la implementación de IA en diferentes sectores productivos.
Adoptantes. En esta categoría se encuentran Argentina, Colombia y México, que han comenzado a incorporar la IA en sus economías, aunque todavía enfrentan importantes desafíos, especialmente en el ámbito de la infraestructura.
Exploradores. Países como Bolivia, Cuba y Venezuela se encuentran en las primeras etapas de adopción de IA, con capacidades aún limitadas para desarrollar tecnologías avanzadas.
En lo que respecta a la República Dominicana, aunque no se encuentra entre los países con la mayor concentración de talento en inteligencia artificial, ha logrado avances significativos en la adopción de tecnologías de IA y en la formación de profesionales en este ámbito.
A pesar de los avances en algunos países, América Latina aún debe superar varios obstáculos clave para aprovechar al máximo la inteligencia artificial.
La falta de infraestructura tecnológica adecuada sigue siendo uno de los principales retos para la región. La mayoría de los países latinoamericanos no cuentan con la capacidad de computación y almacenamiento de datos necesaria para desarrollar y ejecutar modelos de IA a gran escala.
Esta carencia obliga a muchas empresas a depender de servicios de computación en la nube ofrecidos por proveedores internacionales, lo que incrementa los costos y complica el acceso a recursos tecnológicos esenciales.
Aunque la concentración de talento en IA ha crecido significativamente en América Latina, el número de profesionales especializados sigue siendo insuficiente. Este problema se agrava debido a la «fuga de cerebros», en la que muchos profesionales capacitados en IA migran a otros países en busca de mejores oportunidades laborales y condiciones de desarrollo.
Esta situación limita la capacidad de las empresas locales para implementar soluciones innovadoras basadas en IA, afectando su competitividad en el mercado global.
El acceso a grandes volúmenes de datos es crucial para el desarrollo de aplicaciones de inteligencia artificial, especialmente aquellas basadas en aprendizaje automático y análisis predictivo. En América Latina, muchos países no disponen de las herramientas necesarias para gestionar y procesar estos datos de manera eficiente.
Esta limitación reduce las oportunidades de desarrollar productos y servicios basados en IA, afectando el crecimiento de nuevos negocios.
A pesar de los esfuerzos por mejorar la alfabetización tecnológica en la región, la brecha en competencias avanzadas en IA es considerable. La mayoría de los países aún no cuentan con programas de formación especializados en áreas clave de la IA, como el procesamiento de lenguaje natural y el entrenamiento de modelos complejos.
Esta carencia dificulta el surgimiento de startups innovadoras y competitivas que puedan posicionarse en el sector tecnológico global.
Aunque los desafíos son significativos, también existen oportunidades claras para que América Latina aproveche el potencial de la inteligencia artificial y fomente el desarrollo de nuevos negocios. La clave radica en fortalecer la colaboración entre gobiernos, empresas, polos tecnológicos y el sector educativo.
Invertir en infraestructura digital avanzada es esencial para que América Latina pueda competir a nivel global. La creación de centros de datos locales y la mejora de las redes de telecomunicaciones permitirían a las empresas desarrollar y escalar modelos de IA con mayor eficiencia, reduciendo su dependencia de servicios internacionales y fomentando la innovación local.
El impulso a la formación en áreas tecnológicas como la IA debe ser una prioridad para los gobiernos y las instituciones educativas de la región. Promover programas educativos que integren habilidades STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) permitirá cerrar la brecha de competencias y crear un ecosistema de talento más robusto y preparado para los desafíos del futuro.
La creación de políticas públicas que incentiven la innovación y la retención de talento es crucial para el desarrollo de la IA en América Latina. Estas políticas deben centrarse en fomentar la inversión en startups tecnológicas, facilitar el acceso a capital de riesgo y promover colaboraciones multisectoriales que aceleren la adopción de tecnologías avanzadas.
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