La inflación cae en Brasil y se suaviza en EE.UU.: ¿anécdota o tendencia?

Una tasa del 10.07 % de alza de precios interanual puede ser una buena noticia. Al menos, puede tener un enfoque positivo. Es el caso de Brasil. Su inflación continúa entre las más altas de América Latina, y sin embargo, el mes de julio abre una ventana al optimismo. El aumento del coste de vida anual se ha reducido cerca de un 2 % en la mayor economía de la región. Mientras, en Estado Unidos, la inflación también parece dar un respiro, aterrizando en un 8.5 % interanual.

Los próximos meses determinarán si julio fue una anécdota o el inicio de una tendencia, pero lo cierto es que uno de los grandes dolores de cabeza de la economía global se ha suavizado en los países con el primer y el decimotercer PIB del mundo. Analizamos algunas claves.

Brasil y sus medidas fiscales

El mes de julio en Brasil fijó la mayor caída en la tasa de inflación desde 1980. El alza de precios pasó de un 11.89 % interanual en junio hasta un 10.07 %, con una deflación mensual del 0.68 %. Un descenso en el que han influido varios factores:

 

• Reducción de impuestos: Con las elecciones generales cada vez más cerca (se celebrarán en octubre) y la inflación asfixiando los bolsillos de los brasileños, el gobierno impulsó una ley para eliminar parte de los impuestos a las naftas y el etanol. También se redujo el Impuesto sobre la Circulación de Mercancías y Servicios (ICMS). Medidas que han derivado en una caída de los precios de la energía y los carburantes. Los combustibles redujeron su precio un 14.15 % (la gasolina, un 15.48 %) y de su mano, el sector transporte tuvo una deflación del 4.51 %. El precio de la energía eléctrica residencial también se redujo de forma significativa, un 5.78 %.
• Política monetaria: En una estrategia compartida por muchos bancos centrales, el brasileño sigue desde hace meses una política agresiva de aumento del precio del dinero. El objetivo es suavizar la demanda y, así, controlar el alza de precios. De este modo, la tasa de interés está fijada en el 13.75 %, su máximo en el último lustro, y no se descarta que alcance el 14 %. El aumento en dos años ha sido sobresaliente: un 11.75 %.

EE.UU. y el precio de la gasolina

Tras alcanzar el 9.1 % en junio, su máximo en cuatro décadas, la tasa de inflación interanual de Estados Unidos se redujo un 0.6 % en el mes de julio. El dato mensual fue del 0 %. Unas cifras explicadas por un factor: el descenso del precio de la gasolina.

«La inflación se está desacelerando debido a los precios más bajos de la gasolina, no a la política de ajuste de la Reserva Federal», opino el economista del centro de estudios Atlantic Council, Charles Lichfield. «Es una buena noticia, ya que puede aumentar la confianza del consumidor», aunque, en opinión de este experto, «la inflación no caerá tan rápido, y esto puede no protegernos de una recesión».

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Según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), los precios de la energía se redujeron un 4.6 % el mes pasado. Al igual que en Brasil, la gasolina registró una bajada de precio importante, de un 7.7 %, mientras que el gas cayó un 3.6 %. Por contra, el precio de la electricidad aumentó el 1.6 %.

La mayor economía del mundo y la economía más grande de América Latina vieron cómo sus precios comenzaban a dar tregua en julio. Ua ventana de cielo azul en la tormenta de la inflación.

Por Borja Santamaría, con información de EFE

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