Las últimas horas han sido intensas para la economía de Estados Unidos. Por un lado, la Reserva Federal regresó a su política de aumento de tasas de interés. Por el otro, el país presentó un crecimiento inesperado, que superó todas las expectativas. Su PIB se expandió un 2.4 %. Así, con el ecuador del 2023 recién superado, es el momento perfecto para someter al gigante mundial a una radiografía profunda.
La economía de Estados Unidos creció un 0.6 % en el último trimestre, lo que eleva la cifra de crecimiento en los últimos 12 meses hasta el 2.4 %. Un dato que mejora el desempeño del período enero-marzo, en el que el PIB de EE.UU. se expandió un 0.5 % (2 % interanual).
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El crecimiento ha superado todas las expectativas, ya que se produce en un escenario desfavorable, marcado por la política de aumento de tasas de interés que busca desincentivar la demanda para controlar la inflación.
Este desempeño llega días después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) corrigiera al alza las previsiones para EE.UU. en 2023, pasándolas de un crecimiento del 1.6 %, al 1.8 %. En definitiva, los fantasmas de una posible recesión se alejan.
Tras un ligero parón, con dos meses de estabilidad, la Reserva Federal volvió a aumentar la tasa de interés. Lo hizo un 0.25 %, dejándola en su máximo histórico desde 2001: 5.25 % – 5.5 %.
Aumentar el precio del dinero encarece los créditos y, por tanto, reduce el consumo de familias y empresas. De esta forma, es una herramienta que se utiliza para tratar de controlar la inflación.
La Fed inició esta estrategia de subidas en febrero de 2022, cuando las tasas estaban en 0 %. El objetivo es situar la inflación en torno al 2 %. Actualmente, el comportamiento de las alzas de precios está siendo muy positivo, pero todavía insuficiente para que el organismo se decida a cambiar de política y priorice el crecimiento económico.
El FMI se ha mostrado favorable a esta decisión, afirmando que «no es momento» de relajar la política monetaria.
Es el trending topic económico en EE.UU. y en todo el planeta desde hace más de un año. En Estados Unidos, alcanzó su máximo en junio de 2022, con un 9.1 % interanual. Era su valor récord en cuatro décadas.
Desde entonces, la inflación se ha reducido un 6.1 % y se acerca al objetivo que se marca la Fed, el 2 %. La caída en junio fue de un punto, por lo que la dinámica invita al optimismo. Sin embargo, la institución no baja la guardia.
De fondo, los precios del petróleo comienzan a subir con fuerza, algo que podría suceder durante todo el segundo semestre y podría trasladarse a los precios de los transportes y todo tipo de productos y servicios. Así, Goldman Sachs advirtió de que la demanda de crudo será histórica hasta final de año y que la oferta no será suficiente para satisfacerla.
Precio del petróleo, ¿al alza?: Goldman Sachs advierte de una demanda histórica
Cabe señalar que la inflación subyacente, es decir, la que excluye alimentos y energía, se mantiene en el 4.8 %, lo que señala que una subida en el precio de los hidrocarburos (llevaban un año a la baja) podría impactar con fuerza en los precios de la economía de Estados Unidos.
El mercado laboral estadounidense ha demostrado una notable fortaleza pese a la exigente política monetaria. En junio, la economía de Estados Unidos creó 209,000 empleos netos, con un descenso de la tasa de paro de una décima (3.6 %).
Los datos, ofrecidos por la Oficina de Estadísticas Laborales, suponen una ralentización respecto al espectacular mes de mayo (306,000 nuevos empleos), pero el panorama general sigue siendo positivo.
De hecho, las empresas privadas llevan 30 meses consecutivos con cifras de creación de empleo positivas, pese al panorama de incertidumbre global y de subida de tasas de interés.
La economía de Estados Unidos y del resto del planeta contuvo la respiración durante varias semanas allá por el mes de marzo. La caída de Silicon Valley Bank amenazaba con arrastrar a todo el sistema financiero. Cuatro meses más tarde, la situación parece estabilizada.
La intervención de las grandes entidades, lideradas por el CEO de JP Morgan Chase Jamie Dimon, fue clave para contener la tormenta.
El banco de Dimon compró First Republic Bank, una entidad en apuros, por US$10.6 mil millones. Sus espectaculares resultados semestrales parecen aplaudir una operación en la que JP Morgan Chase asumió los despósitos y activos de First Republic, aumentando sustancialmente su tamaño y potencial.
Además, JP Morgan formó parte del depósito conjunto de US$30 mil millones realizado a mediados de marzo por los gigantes del sistema bancario de Estados Unidos.
Movimientos que aseguraron la resiliencia del sistema. «Estas acciones garantizarán que el sistema bancario esté sano y salvo, y eso incluye proteger a pequeñas empresas de todo el país que necesitan poder pagar la nómina a sus trabajadores», afirmó el presidente Joe Biden, que puso en valor que el sistema sigue a flote sin que se haya invertido dinero público (al contrario de lo sucedido en 2008, cuando George W. Bush inyectó US$700 mil millones de dinero del Estado para salvar bancos).
Tras el severo golpe de la pandemia y un 2022 marcado por la inflación, un crecimiento estancado y la amenaza de la recesión, la economía de Estados Unidos parece sacar músculo. Una excelente noticia para sus socios comerciales, entre los que se encuentra República Dominicana.
Borja Santamaría
Jamie Dimon, el rescatador del sistema bancario (volumen II)
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