A tres años del mundo ser asolado por la pandemia del coronavirus y que dejó a su paso aproximadamente 15 millones de personas fallecidas a nivel global, hoy recobra protagonismo la incidencia de una nueva variante del covid-19 conocida como JN.1 o «Pirola», considerada como un riesgo bajo para la salud pública mundial, pero que genera incertidumbre su rápida propagación en la población.
Esta cepa presenta síntomas que guardan similitud con los registrados en otras mutaciones del virus, tales como: fiebre, congestión nasal, pérdida del gusto y del olfato, tos, molestias en la garganta, dolor de cabeza, fatiga, rinorrea (goteo nasal), estornudos y dolores musculares.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), la ha nombrado como una «variante de interés», independiente del linaje original BA.2.86. En tanto que, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), ya advierte que cerca del 44 % de los casos de coronavirus se atribuyen a la variante JN.1.
“El riesgo adicional para la salud pública mundial que representa JN.1 se considera actualmente bajo. A pesar de esto, con la llegada del invierno en el hemisferio norte, JN.1 podría aumentar la carga de infecciones respiratorias en muchos países”, indica la OMS.
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La variante JN.1 se origina de la BA.2.86, denominada como Pirola, una subvariante que captó la atención mundial durante el verano debido a su marcado número de cambios en las proteínas de pico, superando las 30 modificaciones. La clase científica estaba preocupada de que esta variante pudiera estar tan mutada que lograra eludir por completo la protección conferida por las vacunas y los anticuerpos contra el covid-19, planteando la posibilidad de desencadenar un nuevo brote de enfermedades, similar a lo que hizo la variante ómicron original en 2021.
A pesar de estas aprehensiones, dicho escenario no se materializó, aunque la BA.2.86 persistió y se expandió lentamente en algunos países, incluyendo Estados Unidos. Varias investigaciones sugirieron que su limitado avance podría deberse a la pérdida parcial de su capacidad para infectar nuestras células.
Esta nueva cepa de la JN.1, que se sitúa a dos generaciones de distancia de la BA.2.86, siendo una especie de «nieta» en términos evolutivos. JN.1 presenta solo una modificación en su proteína de pico en comparación con su ancestro, pero este cambio parece haber sido suficiente para transformarlo en un virus más ágil y adaptado.
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El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (Mispas), ha emitido una alerta epidemiológica en respuesta a la presencia de un virus respiratorio que está afectando al país y que se deriva de la covid-19.
En el informe más reciente de la entidad sanitaria, se reportaron 52 nuevos casos de covid-19 detectados en la última semana, indicando una reducción respecto a los 90 casos notificados la semana anterior. Debido a esto, han anunciado la apertura de 236 centros de vacunación, instando a la población a acudir para recibir la vacuna.
En cuanto a los grupos de riesgo, se han acumulado 85,446 casos en menores de 20 años, 3,898 en embarazadas y 5,909 en trabajadores de la salud. Adicionalmente, se destaca que el 34.62 % de las personas fallecidas por covid-19 tenían hipertensión como condición de base, y el 15.89 % diabetes, dos condiciones de alta prevalencia en RD.
La positividad acumulada en las últimas cuatro semanas ha alcanzado el 4.49 %.
