La tensión entre el gobierno chino y Jack Ma continúa. Según publicó Financial Times, el magnate, con una fortuna estimada en más de US$23 mil millones, lleva seis meses viviendo junto a su familia en Tokio. Sus relaciones con el ejecutivo de su país están deterioradas, hasta el punto de que el multimillonario fundador y presidente ejecutivo del gigante Alibaba decidió apartarse de los focos, mostrando un perfil bajo, sin apariciones en eventos ni declaraciones. Ahora se hace público que también apostó por el ‘exilio’.
Al parecer, Ma y su familia residen en Tokio. Además, el empresario ha realizado varios viajes por el país nipón y también se ha desplazado a Estados Unidos e Israel. Previamente, también se le vio pasando tiempo en España, por lo que su tiempo lejos de China superaría ya el año. Su vida en Japón es muy discreta, reducida, según recoge EFE, «una serie de clubs privados en los exclusivos barrios de Ginza y Marunouchi, frecuentados por otros empresarios chinos residentes en Japón o que permanecen largas estancias en el país».
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Su marcha a Japón ha levantado especulaciones de todo tipo. No obstante, hablamos de la quinta mayor fortuna de China, mientras su compañía, Alibaba, es una de las 20 más grandes del país, con un valor de más de US$238 mil millones. Se apunta a que Ma está planeando ceder el control del gigante de las compra online, así como de la fintech Ant Group, y está realizando algunos movimientos desde Japón.
Precisamente Ant Group ha sido el foco de su enfrentamiento con el gobierno chino. En abril de 2021, el ejecutivo le impuso la mayor multa antimonopolio de su historia, US$2.8 mil millones. Antes, a finales de 2020, Ma criticó públicamente la burocracia financiera china, en el marco de la fracasada salida a bolsa de la fintech.
Desde entonces, la tensión no ha decrecido y la postura de Ma ha sido la de pasar a un segundo plano. De hecho, su última aparición pública data de enero de 2021, cuando emitió un discurso grabado felicitando a los agraciados con un premio de su fundación Mientras, llaman la atención algunos comportamientos de Alibaba que, por ejemplo, ha optado por no hacer ruido durante las dos últimas ediciones del Día del Soltero, que en 2021 generó US$84.5 mil millones en ventas. El gigante de las compras en línea era el principal impulsor de la fiesta, pero en las últimas dos ediciones apenas ha comunicado nada en redes sociales y tampoco ha organizado su habitual gala.
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Otro dato que demuestra las complicadas relaciones de Ma y el gobierno chino es que las acciones de Alibaba cayeron un 11.4 % en Hong Kong tras el anuncio del nuevo organismo dirigente del Partido Comunista Chino, que reforzaba el poder de Xi Jinping.
En este contexto, la marcha de Ma a Japón coincidió con el anuncio del gigante tecnológico nipón Softbank, recogido por EFE, «de reducir sus participaciones en Alibaba desde el 24.28 % hasta el 23.73 %, una transacción que reportó a la firma nipona ganancias de US$39.325 mil millones». La relación de Ma con Softbank es muy estrecha. De hecho, formó parte de su junta directiva hasta mediados de 2020. Por ello, la coincidencia entre la presencia del magnate en Tokio y el movimiento de la firma japonesa ha levantado sospechas.
Otro motivo que habría impulsado a Ma a decantarse por el exilio voluntario es la restrictiva política de «cero covid» del gobierno chino. Las medidas están siendo especialmente duras en ciudades como Shanghái o Hangzhou, donde está la sede central de Alibaba y donde el magnate tiene una vivienda.
Borja Santamaría
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