El ‘mobbing’ laboral, el enemigo silencioso de las mujeres en RD

La violencia laboral ha cobrado tantas formas diferentes para manifestarse, que va desde el mobbing y el ghosting, hasta el bullying. Incluso actitudes que pueden parecer del todo normales, pero resultan en una ruptura emocional podrían ser el inicio de una relación laboral tóxica, que acabaría amenazando tu salud mental.

De acuerdo al Workplace  Bullying Institute, la mayoría de las víctimas del mobbing son mujeres, que en España suelen estar entre los 32 y 55 años. Por otra parte, Adecco Institute, aportó a esta conversación que cerca del 67 % de los agresores son hombres, mientras que el 66 % de las víctimas de acoso son mujeres.

Un acuerdo con el maltrato

En una campaña llevada a cabo por el ministerio de la Mujer, se desglosan 8 razones por las que las víctimas de violencia laboral no denuncian.

Además de todos los estigmas entorno al tema y la falta de reconocimiento de la anatomía de un maltratador(a), existe como primera razón una fuerte creencia a considerar de que se trata de un hecho sin importancia.

Otras razones que enumera el ministerio son:

1. Miedo a las consecuencias.
2. Desconfianza en las autoridades de denuncia.
3. No saber dónde ni como denunciar.
4. Pensar que no le creerán la denuncia.
5. Sentir vergüenza.
6. Desconocer la existencia de instituciones de apoyo.
7. Ser amenazada para no denunciar.

En un reportaje de la revista Vogue, la psicóloga Gema Sánchez Cuevas, explica algunas de las principales causas por las que alguien se convierte en el ‘buleador’. Entre las principales causas se encuentran los celos, la envidia y el sentimiento de inferioridad.

«Puede que la víctima tenga alguna cualidad que le hace destacar del resto, o al menos del acosador» dice. Es un reflejo de la falta de preparación por parte del acosador para gestionar sus emociones, con especial énfasis en el sentimiento de inferioridad y el narcisismo.

El o la maltratadora suele ser una persona que necesita demostrar ser mejor que los demás y atraer todas las miradas para, en el fondo, sentirse validado. De hecho, en ocasiones, estos maltratos se presentan de forma tan sutil, que la figura maltratadora se muestra como alguien de gran amabilidad y carácter apacible, excepto frente a su víctima.

¿Cómo saber que estás siendo objeto del mobbing laboral?

Usualmente el maltrato laboral se esconde detrás de bromas recurrentes, comentarios hirientes, humillaciones públicas (la maltratadora suele generar comentarios que denigran a su víctima en presencia de la misma o no). Otras formas de maltrato se encuentran cuando existe un exceso de trabajo y presión, el bloqueo del desarrollo profesional, control excesivo y conductas agresivas explícitas.

De acuerdo al foro de seguridad, otras formas de manifestar el acoso dentro de los espacios laborales son:

1. Ignorar los éxitos profesionales o atribuirlos maliciosamente a otras personas o a elementos ajenos a él.
2. Criticar continuamente su trabajo, sus ideas, sus propuestas, sus soluciones, etc.
3. Monitorizar o controlar malintencionadamente su trabajo con vistas a atacarle o encontrarle faltas o formas de acusarle de algo.
4. Invadir la privacidad del acosado interviniendo su correo, su teléfono, revisando sus documentos, armarios, cajones, etc.
5. Robar, destruir o sustraer elementos claves para su trabajo.
6. Animar a otros compañeros a participar en cualquier de las acciones anteriores mediante la persuasión, la coacción o el abuso de autoridad.

Consecuencias psicológicas y laborales del mobbing

Entre las consecuencias más conocidas a las que conlleva el acoso en sus víctimas se encuentra un lento deterioro de la confianza en sí misma y en sus capacidades profesionales.

Si el maltrato supera un periodo de seis meses, con frecuencia se observa la creencia de haber cometido verdaderamente los errores, fallos o incumplimientos de los que se le acusa. Con esto provoca en la víctima problemas de insomnio, ansiedad, estrés, irritabilidad, hipervigilancia, fatiga, cambios de personalidad, problemas par relacionarse, depresión.

Ante alguna o varias de estas señales de alerta, es importante que no intentes enfrentar sola, ni mantener en secreto la situación. Evitar el aislamiento es crucial para cuidar sobre todo la salud emocional de la víctima.

Además de documentar las agresiones, es recomendable buscar asesoramiento psicológico y legal dentro o fuera de la empresa para ejercer correctamente los derechos personales y legales.

Por último, enfrenta la situación sin evadir las diferentes formas de agresión. El mejor modo de mantener la integridad psicológica es actuando desde la madurez y convirtiéndote en un agente de cambio positivo para tu entorno.

No te quedes como parte de una estadística que lo vive desde el silencio.

Por: Karime Rivas.