«Sobrevive quien se adapta», por ahí va la frase del célebre geólogo Charles Darwin, la cual demuestra su veracidad a diario, aún más durante el desarrollo de la pandemia por el nuevo coronavirus.
Surgido su auge por la pronta necesidad de la población, algunos analistas prevén el mercado de las vacunas valdrá hasta $ 10,000 millones de dólares al año, frente a los US$ 1,300 millones en años pasados, según datos de Morgan Stanley y Credit Suisse.
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El virus resultó ser la luz al final del túnel para aquel sector, pues previo a la crisis apenas constituía el 3% del mercado de la industria farmacéutica; las vacunas tienen un alto riesgo de fracaso, su desarrollo y proceso regulatorio incrementan exponencialmente los costos, justificando la mínima presencia dentro de la industria.
Este innovador negocio salva la vida de hasta 3 millones de personas alrededor del mundo, pero su representación va en aumento con la ayuda de las nuevas tecnologías y la posibilidad que tiene el covid-19 en convertirse en una enfermedad endémica.
Acertada la probabilidad, las vacunas se convertirían en un nicho más atractivo, necesitando una reaplicación de la dosis contra el SARS-CoV-2. Entre las grandes farmacéuticas, únicamente Pfizer logró desarrollar una vacuna exitosa contra el virus que azota a la humanidad, cambiando por completo el panorama.
Stéphane Bancel, CEO de Moderna, afirmó la compañía recibió $ 4,000 millones de dólares estadounidenses gracias a los beneficios de financiación del gobierno de Estados Unidos. Añadió dicha financiación aceleró «la entrada en el mercado comercial en 3 o 4 años».
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