La batalla por el mercado de los buscadores está servida. En sólo dos meses de vida, ChatGPT se confirma como una amenaza al poder establecido. Si hasta noviembre el dominio de Google parecía inalterable, el éxito de la inteligencia artificial de OpenAI la avala hoy como una alternativa seria.
Microsoft apuesta por el cambio, con «una inversión multimillonaria y multianual». ¿Con qué desventaja parte? ¿Cuánto dinero hay en juego?
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Las estimaciones de Statista Data Market Insights retratan la publicidad en buscadores como un mercado voluminoso y en pleno crecimiento. Si en 2019 se generaron US$150.9 mil millones, las proyecciones para el cierre de 2022 se sitúan en US$260 mil millones, lo que implica un aumento del 72.3 %.
Salvo cambio drástico, la fortaleza se mantendrá, con un avance casi constante en los próximos años. En estimaciones que incluyen buscadores de dispositivos móviles y de mesa, anuncios por palabras clave y links patrocinados, el volumen de ingresos generado alcanzará en 2026 los US$400.9 mil millones. Un salto del 165.7 % en siete años.
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En el contexto de la pandemia, el 2021 supuso el gran ‘boom’ de la publicidad en buscadores. El crecimiento interanual fue del 37 %. En 2022 el salto fue de alrededor del 15 %, y Statista augura que las tasas de crecimiento irán suavizándose para situarse, aproximadamente, entre el 12 % y el 10 % en los siguientes años.
Un pastel apetitoso. ¿Cómo se reparte actualmente?
Google es el gran gourmet del mercado publicitario. En 2022, rondó los US$160 mil millones de ingresos por concepto de anuncios, acaparando el 56 % de los ingresos. Su homólogo chino, Baidu, le sigue a distancia.
Pese a no ser un buscador, Amazon se cuela en la fiesta gracias a su estrategia de publicidad por palabras clave y resultados pagados en su sitio web.
Microsoft mira desde lejos las cifras de Google. Su buscador, Bing, se quedó con el 6 % del negocio. Teniendo en cuenta que estamos ante un sector que puede generar más de US$400 mil millones anuales en menos de un lustro, su inversión en OpenAI (inicialmente se manejó la cifra de US$10 mil millones por el 49 % de la compañía) puede resultar muy lucrativa en el caso de que ChatGPT revolucione el mercado.
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Por ahora, la fortaleza de Google es incuestionable. El ámbito en el que su dominio es más evidente es el del volumen de búsquedas. Su buscador es el sitio web más visitado del mundo, con 88.3 mil millones en enero de 2021, en datos de SimilarWeb (más del doble que YouTube, segundo en el ranking).
Su tráfico en 2022 supuso el 84.7 % del tráfico de buscadores vía herramientas de escritorio y un abrumador 95.6 vía dispositivos móviles (cifras de Statcounter recogidas por Statista).
La brecha que trata de cerrar Microsoft con la inversión en ChatGPT es, por tanto, enorme. Pese a ello, Google ha contraatacado con su propia IA, Google Bard. La batalla está servida.
Borja Santamaría
Para profundizar: La competencia de ChatGPT (y Microsoft) se llama Google Bard
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