Han pasado dos meses del fallecimiento del Príncipe Felipe, pero su recuerdo se mantiene presente en la memoria de familia real y muy especialmente en la de su esposa, la Reina Isabel II de Inglaterra. Este jueves, en conmemoración del que sería el cumpleaños número 100 del también Duque de Edimburgo, la reina recibió un detalle único y especial: la “rosa de Edimburgo”.
Se trata de una delicada rosa única de color intenso, moteada con finas líneas blancas y con más pétalos que las variedades comunes, la cual fue nombrada así en homenaje al fallecido príncipe.
Esta flor será plantada en el East Terrace Garden del castillo de Windsor, que se ve directamente desde las habitaciones privadas de la reina. Así, cada vez que ella se asome a la ventana, podrá contemplarla y rendirle tributo a quien fue su compañero de vida por más de 7 décadas.
El emotivo regalo fue ideado por la firma Harkness Roses, de larga tradición en Reino Unido.
Se espera que la planta crezca hasta alcanzar los 70 centímetros de altura. La rosa fue entregada a la monarca por el presidente de la Royal Horticultural Society (RHS), Keith Weed.
La reina agradeció sinceramente el detalle y comentó que le parecía preciosa. “En este momento, con una primavera fría y la naturaleza un poco retrasada, no se ve tan hermosa, pero así es como se verá», dijo Weed señalando a la imagen que venía con la maceta.
“Esta será la más especial de su jardín y ha sido colocada en la parte frontal de una hilera de rosas de varios colores”, agregó.
Se espera que por cada rosa vendida, la firma Harkness Roses donará 2,50 libras esterlinas (US$3,5) al Fondo del Legado Vivo del Premio del Duque de Edimburgo, con el que se espera ayudar a un millón de jóvenes de todos los orígenes y circunstancias a acceder a programa de becas creado en 1956.
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