En República Dominicana, el fraude digital sigue siendo un desafío creciente. Según un análisis de TransUnion®, más del 10 % de todos los intentos de transacciones digitales realizadas durante el primer semestre de 2024 fueron considerados sospechosos de fraude. Aunque esta cifra representa una leve disminución respecto al 11.9 % registrado en el mismo período de 2023, la tasa sigue siendo alarmante, destacando la urgencia de abordar este fenómeno en constante evolución.
Durante el primer semestre de 2024, República Dominicana experimentó una de las tasas más altas de fraude digital sospechoso a nivel regional, ubicándose en el segundo lugar entre los 19 países analizados por TransUnion. Más de tres de cada diez consumidores dominicanos afirmaron haber sido víctimas de intentos de fraude a través de diversas modalidades, incluyendo correo electrónico, llamadas telefónicas, mensajes de texto y plataformas en línea.
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Estos datos reflejan una realidad preocupante para la seguridad digital de los usuarios y las empresas del país.
El fraude digital no afecta por igual a todos los sectores, y algunos resultaron ser más susceptibles que otros durante el primer semestre de 2024. Según los datos de TransUnion TruValidate™, el sector de las comunidades en línea, que incluye sitios de citas y foros, registró la tasa más alta de fraude digital sospechoso, con un 16.1 %. Este fenómeno está relacionado principalmente con el fraude de suplantación de identidad, en el cual los usuarios crean perfiles falsos o utilizan información inexacta para engañar a otros.
En segundo lugar, los sectores de comercio minorista (10.9 %) y videojuegos (8.7 %) también presentaron altos niveles de fraude digital, lo que indica que los atacantes están diversificando sus enfoques en función de las tendencias del mercado digital. A nivel global, la suplantación de identidad en plataformas comunitarias fue uno de los tipos de fraude más comunes en los primeros seis meses de 2024.
Entre los sectores que experimentaron un aumento notable en los intentos de fraude digital, las agencias gubernamentales fueron las más afectadas, con un incremento del 221 % en la tasa de fraude sospechoso en comparación con el primer semestre de 2023.
Este dato refleja una creciente preocupación por la seguridad de los servicios públicos en línea, que podrían estar siendo utilizados como blanco de ataques debido a la alta concentración de datos personales y financieros.
A este aumento le siguieron otros sectores como logística (74 %) y videojuegos (50 %), lo que subraya la necesidad de una mayor protección y monitoreo en estas áreas.
Uno de los puntos críticos del fraude digital radica en la creación de nuevas cuentas en línea. Según la investigación de TransUnion, más de dos tercios de los líderes empresariales encuestados mencionaron que al menos el 25 % de las aperturas de cuentas de sus organizaciones se realizaban en línea. Sin embargo, el 17.3% de estos intentos fueron clasificados como sospechosos de fraude digital, lo que demuestra el riesgo que implica este proceso, especialmente cuando se abren cuentas de forma remota.
Además, el 13.3% de los inicios de sesión también fueron identificados como intentos de fraude. Este panorama revela las vulnerabilidades que aún persisten en los sistemas de autenticación y verificación de identidad, lo que deja expuestos tanto a consumidores como a empresas.
El fraude de identidad sintética, que involucra la creación de identidades falsas utilizando información personal, se está convirtiendo en uno de los tipos de fraude digital de más rápido crecimiento a nivel mundial. En República Dominicana, este tipo de fraude se está volviendo cada vez más común, con un aumento del 153 % entre el segundo semestre de 2023 y el primer semestre de 2024. Este fenómeno plantea grandes retos para las organizaciones en términos de validación de identidades y protección de datos sensibles.
Otro tipo de fraude que ha mostrado un crecimiento significativo es el relacionado con las transferencias electrónicas de fondos, que aumentó un 113 % a nivel mundial en el mismo período. Esto pone en evidencia la creciente sofisticación de los ataques cibernéticos y la necesidad de una respuesta más robusta de las instituciones financieras y empresas.
Dado el panorama de riesgos crecientes, es esencial que las organizaciones adopten medidas preventivas efectivas para mitigar los efectos del fraude digital. Las tecnologías especializadas en verificación de identidad, detección de identidad sintética, inteligencia de IP y reputación de dispositivos son herramientas clave para reducir la vulnerabilidad de las transacciones en línea.
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