La caída del bitcóin sigue generando incertidumbre entre inversores y analistas. Desde que alcanzó sus máximos históricos en enero, la criptomoneda más popular ha perdido casi un 28 % de su valor.
Este desplome ha llevado al bitcóin a cotizar por debajo de los 79.000 dólares, alejándose de los 109.000 dólares registrados en enero. La volatilidad se ha instalado con fuerza en el mercado cripto.
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Los analistas explican que varios factores han contribuido a esta fuerte caída. Entre ellos destacan las tensiones geopolíticas, las nuevas políticas comerciales de Estados Unidos y el reciente hackeo a un importante exchange.
Además, la incertidumbre sobre las políticas monetarias de los principales bancos centrales ha elevado el nerviosismo. En ese contexto, el bitcóin ha sufrido una fuerte presión vendedora.
La fuerte caída de la criptomoneda estrella impacta en todo el ecosistema cripto. Altcoins como Ethereum, Solana y Cardano también registran caídas significativas en las últimas jornadas.
Uno de los elementos clave detrás de la caída del bitcóin es la política comercial de Estados Unidos. El gobierno de Donald Trump anunció nuevos aranceles, lo que elevó la aversión al riesgo.
A esto se suma el endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal. La expectativa de tasas de interés más altas ha reducido el atractivo de los activos especulativos como el bitcóin.
El reciente hackeo a uno de los principales exchanges del mundo también generó temor. Los inversores temen que las plataformas de intercambio no cuenten con la seguridad necesaria.
En este entorno de alta incertidumbre, muchos inversores institucionales decidieron retirar parte de sus fondos de activos digitales. Esta presión vendedora intensificó la caída del bitcóin.
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China también pasaron factura a los mercados bursátiles. El Nasdaq 100 cayó un 2,75 %, afectado por la incertidumbre global.
Empresas tecnológicas de alto perfil como MicroStrategy perdieron casi un 9 % en la jornada. Microsoft y Nvidia también registraron caídas significativas, reflejando el nerviosismo del mercado.
Los inversores temen que la guerra comercial afecte las cadenas de suministro y la demanda global. Además, el endurecimiento de las políticas comerciales genera dudas sobre el futuro crecimiento del sector tecnológico.
En paralelo a la tormenta cripto, Mercedes-Benz enfrenta sus propios desafíos en China. El gigante automotriz alemán anunció que despedirá hasta el 15 % de su plantilla en el país asiático.
La decisión llega tras un año complicado para la marca en su mercado más importante. En 2024, sus ventas de turismos cayeron un 7,3 %, mientras que las de furgonetas bajaron casi un 20 %.
El auge de competidores locales como BYD está afectando la cuota de mercado de Mercedes-Benz. Además, los consumidores chinos muestran una creciente preferencia por modelos eléctricos nacionales.
Para enfrentar esta situación, la automotriz busca aumentar su eficiencia operativa. La adopción de tecnologías avanzadas y la digitalización serán claves en esa transformación.
La reducción de plantilla es parte de una estrategia más amplia. Mercedes-Benz planea una fuerte inversión en su gama eléctrica a partir de 2025.
Con una inversión cercana a 1.780 millones de euros, la marca busca reforzar su presencia en el segmento eléctrico premium. En ese espacio, firmas como NIO y XPeng ya han tomado la delantera.
Pese a la caída de ventas, Mercedes-Benz logró retener su posición como la marca de lujo más vendida en China. Sin embargo, mantener esa posición será cada vez más desafiante.
Mientras Mercedes-Benz enfrenta dificultades, Xiaomi adopta una estrategia agresiva. La firma tecnológica anunció una rebaja del 35 % en el precio de su modelo eléctrico de lujo SU7 Ultra.
Con esta rebaja, el precio final se sitúa en 72.987 dólares, lo que lo convierte en una alternativa atractiva frente al Tesla Model S y el Porsche Taycan. La estrategia busca ganar cuota de mercado rápidamente.
El impacto de la rebaja fue inmediato. Xiaomi recibió más de 10.000 pedidos en preventa en solo dos horas, mostrando el fuerte interés de los consumidores.
El fundador de Xiaomi, Lei Jun, explicó que el objetivo es democratizar el acceso a vehículos eléctricos de lujo. La empresa quiere atraer a clientes de marcas como BMW, Audi y Mercedes-Benz.
Además de la rebaja, Xiaomi refuerza su oferta de valor con prestaciones premium. El SU7 Ultra incluye asientos mejorados, materiales de alta calidad y un sistema de audio avanzado.
Quienes compren el modelo antes de marzo recibirán acceso gratuito al sistema de conducción autónoma Xiaomi HAD. Ese beneficio, valorado en 3.581 dólares, refuerza el atractivo de la oferta.
La estrategia de Xiaomi busca consolidar su posición en un segmento altamente competitivo. Frente a Tesla, la empresa apuesta por la combinación de tecnología y precios ajustados.
En el ámbito político, la relación comercial entre el Reino Unido y Estados Unidos podría entrar en una nueva fase. Donald Trump confirmó que su gobierno trabaja en un acuerdo con Londres.
El objetivo es que el Reino Unido quede eximido de los nuevos aranceles estadounidenses. De lograrse, esto permitiría a las empresas británicas mantener su acceso al mercado estadounidense sin costos adicionales.
El primer ministro británico, Keir Starmer, ha defendido la necesidad de un acuerdo justo y equilibrado. Según Starmer, el comercio bilateral ya favorece a Estados Unidos, lo que justifica una exención.
Con el Brexit consumado, el Reino Unido necesita acuerdos comerciales sólidos. El mercado estadounidense es clave para sectores como automoción, farmacéutico y financiero.
Sin embargo, Donald Trump ha adoptado una postura dura en materia de comercio internacional. El acuerdo con Londres aún enfrenta obstáculos, aunque ambas partes se muestran optimistas.
La posibilidad de evitar aranceles representa un alivio para las empresas británicas. En un entorno global cada vez más proteccionista, contar con acceso preferente al mercado estadounidense sería una ventaja estratégica.
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