En los últimos diez años, República Dominicana ha consolidado su posición como uno de los principales destinos de inversión extranjera directa (IED) en la región de Centroamérica y el Caribe. Con un flujo total que alcanza los US$ 30,192.5 millones durante este período, el país ha demostrado su capacidad para atraer capital extranjero de manera sostenida.
Este crecimiento ha sido impulsado principalmente por los sectores de turismo, bienes raíces y energía, que representan los pilares fundamentales de la economía dominicana.
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El aumento de la IED en República Dominicana no es un fenómeno aislado; es el resultado de una combinación de factores que incluyen la estabilidad política y económica, incentivos fiscales atractivos, una infraestructura en desarrollo y una mano de obra calificada.
Estos elementos han creado un ecosistema favorable que ha atraído a inversionistas de diversas partes del mundo, desde Estados Unidos y Canadá hasta España y México, y más recientemente, países como Francia, Brasil, Alemania, Panamá, Italia y el Reino Unido.
En 2023, la IED captada alcanzó los US$ 4,390.2 millones, creciendo un 7.1 % con relación a 2022 y superando en un 45 % los niveles prepandemia de 2019. Los principales sectores de captación de IED fueron:
Turismo (27 % de la IED, US$ 1,182.1 millones): El turismo continúa siendo el pilar principal de la economía dominicana, impulsado por un aumento en la llegada de turistas internacionales y la expansión de la infraestructura hotelera. En 2023, el sector no solo se recuperó de los efectos adversos de la pandemia, sino que también demostró un crecimiento sostenido gracias a nuevas inversiones en hoteles de lujo y resorts, proyectos de diversificación de la oferta turística, incluyendo ecoturismo y turismo cultural e iniciativas para mejorar la conectividad aérea y marítima.
Energía (24 % de la IED, US$ 1,071.1 millones): La transición energética y la sostenibilidad fueron factores clave para el aumento de inversiones en el sector energético. Los recursos se destinaron principalmente a proyectos de generación de energía renovable, como parques solares y eólicos y en la ampliación y modernización de la red eléctrica nacional. Asimismo, se han establecer alianzas público-privadas para garantizar el suministro energético a largo plazo.
Comercio e Industria (15 % de la IED, US$ 689.3 millones): La diversificación económica del país y el fortalecimiento de los sectores de manufactura y servicios jugaron un rol importante en la atracción de capital extranjero. Factores como la proximidad geográfica con Estados Unidos, los acuerdos comerciales y los incentivos fiscales ofrecidos en las zonas francas fueron determinantes para el crecimiento de este sector.
Inmobiliario (14 % de la IED, US$ 621.1 millones): La inversión en bienes raíces, impulsada por el interés de extranjeros y dominicanos residentes en el exterior, se enfocó en proyectos residenciales y comerciales de alta gama. La expansión del mercado inmobiliario refleja la estabilidad económica del país y su atractivo como destino para segundas residencias o inversiones patrimoniales.
Durante el período 2021-2023, los flujos de IED alcanzaron niveles significativos en los sectores turismo, energía, inmobiliario y comercio/industria. La distribución de los recursos en este período refleja la consolidación de estos sectores como pilares del crecimiento económico:
Turismo (27 % del total, US$ 3,206.8 millones): La recuperación pospandemia y la innovación en la oferta turística han sido claves para mantener al turismo como el principal receptor de inversiones. Este sector también beneficia a otras industrias relacionadas, como transporte y servicios.
Energía (18 % del total, US$ 2,098.3 millones): El enfoque en proyectos de energía renovable subraya la importancia de las políticas públicas orientadas a la sostenibilidad y la diversificación de la matriz energética.
Inmobiliario y Comercio/Industria (14 % cada uno, US$ 1,679.7 millones): Ambos sectores han mostrado estabilidad en la atracción de inversiones, reflejando la confianza de los inversionistas en el clima de negocios del país.
La IED proviene principalmente de Estados Unidos, Canadá, España, México y las Islas Vírgenes Británicas, que en conjunto suman más de US$ 17,893.7 millones durante la última década. Estados Unidos lidera con US$ 8,841.5 millones, reflejando la estrecha relación comercial y diplomática entre ambos países.
Además, países como Francia, Brasil, Alemania, Panamá, Italia y el Reino Unido han incrementado su participación, demostrando un interés creciente por aprovechar las oportunidades que ofrece la República Dominicana en sectores estratégicos.
Según el informe de la ONU Comercio y Desarrollo (UNCTAD) sobre las Inversiones en el Mundo 2024, República Dominicana ocupó en 2023 la primera posición como receptor de IED en Centroamérica y el Caribe (excluyendo a México). Este liderazgo regional se mantuvo durante el primer semestre de 2024, con una captación de US$ 2,378.3 millones, equivalente a un crecimiento del 1.1 % en comparación con el mismo período del año anterior.
Este desempeño refuerza la imagen del país como un entorno favorable para la inversión, respaldado por una economía diversificada, un marco regulatorio estable y una ubicación estratégica en el corazón del Caribe.
Para el cierre de 2024, el Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (ProDominicana) proyecta que la IED supere los US$ 4,500 millones, consolidando la tendencia al alza de los últimos años.
A pesar de los logros alcanzados, República Dominicana enfrenta varios desafíos que deben ser abordados para mantener y aumentar la IED. Entre ellos se encuentran la necesidad de mejorar la calidad de la educación y la formación técnica, así como la infraestructura en áreas rurales y la diversificación de la economía.
Sin embargo, las oportunidades futuras son prometedoras. La continua expansión del sector turístico, el desarrollo de energías renovables y la modernización de la infraestructura seguirán atrayendo inversiones extranjeras. Además, la diversificación de los sectores económicos y la apertura a nuevos mercados internacionales pueden impulsar aún más el crecimiento de la IED en los próximos años.
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