La monarca británica más longeva se ha convertido en la reina de los récords, ha aparecido en la moneda de 45 países, lleva 70 años con la corona, ha visto entrar y salir a su país de la Unión Europea, y ha superado las turbulencias de su propia familia. Sin embargo, sus hazañas no son lo único que resonó, también lo hizo la celebración millonaria del Jubileo de Plata.
Mientras la realiza británica celebraba el jubileo de platino, al otro lado del mar, los estadounidenses y los expatriados están comprando su té, mermelada y artículos conmemorativos ingleses favoritos.
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Se estima que más de 12 millones de británicos participaron de una manera u otra en los homenajes a la monarca, repartidos en más de 85,000 reuniones para celebrar. Mientras tanto en Estados Unidos, British Imports en Plymouth, Massachusetts, todos los platos, tazones y vasos de recuerdo del Jubileo se agotaron, según el propietario de Unity Maclean, que ha mantenido su tienda británica especializada desde 1982.
Las cifras del jubileo de plata pusieron en evidencia el auge de minoristas que hay en Estados Unidos. Mientras tanto, la celebración provocó una inversión de más de 7,000 millones de euros para los negocios y la hostelería en los centros urbanos; 2,350 millones de euros solo en alimentos y bebidas; mientras que los pubs, bares y restaurantes recaudaron casi 3,520 millones de euros; y casi 700 millones de euros en decoraciones objetos en ventas de recuerdos, según las estimaciones.
En pocas palabras, un jubileo de plata millonario.
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Mientras las celebraciones se convierten en un derroche de dinero, muchos en Gran Bretaña y en el extranjero cuestionan el futuro de la Commonwealth, un grupo de 54 estados-nación compuesto en gran parte por antiguas colonias británicas que la Reina ha defendido durante su mandato.
«Uno de los logros claves del grupo ha sido mantener juntos tantos estados diversos: Canadá, Reino Unido, Australia, India, los países del Caribe y las antiguas colonias en África», dice Cindy McCreery, historiadora y profesora de la Universidad de Sidney y especialista en la historia de la familia real británica para France24.
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«La Commonwealth también es notable porque algunos estados se han ido y regresado, como Sudáfrica, que dejó la organización bajo el apartheid y regresó voluntariamente», explica McCreery. «La Commonwealth siempre ha sido una prioridad para la reina Isabel II, lo cual es una razón clave de por qué todavía sobrevive».
El rol de liderazgo de la reina ha sido determinante en las reuniones de Jefes de Gobierno de la Commonwealth, buscando arreglar las diferencias entre los líderes y hacer que la gente sienta que es importante que su nación se quede en el grupo. Sin embargo, aunque algunas de las naciones más ricas de la Commonwealth, como Australia, Nueva Zelanda y Canadá, todavía conservan a la reina como su jefa de Estado, los miembros del Caribe parecen dispuestos a romper con la jerarquía real.
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Funcionarios de al menos seis países de la región han indicado que planean destituir a la monarca como su soberana después de Barbados, que se convirtió en la república más nueva de la región a fines de 2021.
«El mayor objetivo abierto de la Commonwealth es abordar el cambio climático, ya que es probable que muchos países de la organización sufran mucho debido a sus efectos. La organización realmente podría tener un papel que desempeñar, por ejemplo, apoyando a los países para que se alejen del carbono a cero emisiones netas», explica Craig Presscott, profesor de derecho institucional de Reino Unido en la Universidad de Bangor para France24.
Algunos expertos ya comienzan a esbozar los primeros planos de lo que podría ser un modelo futuro de la Commonwealth. Se proyecta que muchos miembros piensan convertirse en república, pero eso está más vinculado con su relación constitucional con Gran Bretaña que con la membresía de la organización.
Para los conservadores, un mayor compromiso podría ayudar a Reino Unido a lograr la estrategia de ‘Gran Bretaña global’ del primer ministro Boris Johnson, que busca conectar con antiguos aliados en un mundo posterior al Brexit. Sin embargo, el éxito de la política sin la influencia de la reina Isabel II aún está por verse.
Por: KR.
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