Safra A. Catz, la nueva sacerdotisa de Oracle

Como no podía ser de otro modo, Oracle siempre se ha destacado como empresa por su osadía a la hora de innovar y es que, no en vano, su fundador no fue otro que Larry Ellison. En 2014, tras 37 años al mando, Oracle anunció que Ellison abandonaría de manera inmediata su puesto como director ejecutivo de la empresa. ¿Cómo llenar el hueco dejado por este descomunal meteoro corporativo? Pues nombrando no a uno, sino a dos herederos, tal fue la magnitud del vacío dejado.

Inteligencia natural

Mark Hurd y Safra Catz fueron ungidos directores ejecutivos. Desgraciadamente, Hurd murió de cáncer en 2019 y Oracle no dudó en dejarla sola al mando de la nave, sin ver la necesidad de contratar a un segundo co-CEO. De esta manera, se convirtió en una de las voces de referencia en Silicon Valley, materializando la visión de Ellison de transformar Oracle en una empresa en la nube.

Es mérito suyo haber conseguido cambiar la estrategia de crecimiento de la compañía, utilizando el crecimiento inorgánico de forma muy ventajosa; uno de los mayores logros de Catz incluye la adquisición de PeopleSoft, una compañía valorada en 10.3 mil millones de dólares y un acuerdo de 7.4 mil millones para Sun Microsystems, en una de las mayores adquisiciones tecnológicas de su época.

Catz es es una absoluta believer del poder de la IA; “la gran función de la IA es mejorar la toma de decisiones. Si los directivos tienen una visión más clara de los patrones de comportamiento que existen detrás de los datos, pueden tomar mejores decisiones o delegarlas con confianza”.

La ejecutiva americano-israelí apuntala su punto de vista citando los dos parámetros más importantes de la era digital; el incremento en la velocidad y la escalabilidad, que permite liberar recursos y que las personas se dediquen a tareas de mucho mayor valor agregado. En su anterior vida, Catz fue banquera en Donaldson, Lufkin & Jenrette, y a punto estuvo de ser nombrada directora de la CIA por…Donald Trump.