Secuela mental de covid-19: más jóvenes sufren de depresión o ansiedad

Por pferreras | agosto 10, 2021

De los aspectos que el impacto de la pandemia ha dejado descubierto frente a los ojos del mundo completo, se encuentra la salud mental. Este enfoque de la salud siempre ha caído bajo la etiqueta de ‘tabú’ dentro de la sociedad, pues pocas personas hablan sobre su importancia y disminuyen su importancia hasta ver estadísticas alarmantes sobre suicidios, depresión o ansiedad.

Claro, es fácil mantenerse mentalmente estable bajo nuestro propio concepto, el cual usualmente no es sano ni correcto, si nunca hemos conocido ni nos han conscientizado de un caso óptimo. La pandemia, especialmente la cuarentena, obligó a la sociedad a aislarse durante un prolongado lapso, tiempo en el cual cada individuo se enfrentó (hasta inconscientemente) a su lado desconocido.

La Universidad de Calgary (Canadá) reúne datos de 29 estudios, en los que participaron más de 80,000 jóvenes de todo el mundo.

Tras analizar las posibles secuelas que pudiera dejar en el mundo el covid-19, quedó determinado que un porcentaje alarmante de niños y adolescentes sufre problemas de salud mental; el estudio estima que uno de cada cuatro jóvenes experimenta síntomas de depresión clínicamente elevados, mientras uno de cada cinco, síntomas de ansiedad también en altos rangos.

Los síntomas de ambos trastornos mentales han duplicado su incidencia en niños y adolescentes frente a la época previa a la pandemia. «Lo más alarmante es que estos síntomas se agravan con el tiempo», especifica Nicole Racine, autora.

Ambos índices de depresión y ansiedad en la sociedad joven tienden a fluctuar debido a las restricciones, pues estar socialmente aislado, estar inhabilitado de incurrir en las rutinas escolares e interacciones ha mostrado ser bastante fuerte para ellos.

Sheri Madigan, co-autora del estudio, afirma que cuando comenzó la pandemia la mayoría de la gente pensó que sería difícil al principio, pero que los niños y jóvenes estarían mejor con el tiempo, a medida que se adaptaran y volvieran a la escuela, pero «se prolongó durante más de un año y para estos ese es un período realmente importante de sus vidas«.

«Estos chicos no se imaginaban que cuando se graduaran, nunca llegarían a despedirse de su escuela, de sus profesores o amigos (…) y hay un proceso de duelo asociado a eso»

En particular, los adolescentes de más edad se perdieron acontecimientos vitales, como graduaciones, eventos deportivos y diversas actividades para alcanzar la mayoría de edad.

Los elevados síntomas de salud mental en los jóvenes están aumentando y eso es un problema que no debe subestimarse.

Se trata de un desajuste para ellos porque no pueden predecir cómo será su entorno, y «sabemos que cuando su mundo carece de previsibilidad y controlabilidad, su mente se resiente«.

Por eso, expertos recomiendan más apoyos en este campo de la salud mental para niños y adolescentes en estos momentos de necesidad. (pfm)

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