Alrededor del indiscutible liderazgo de su ’10’, del inmenso talento de un futbolista irrepetible, Argentina desplegó en Qatar un catálogo de virtudes colectivas que construyeron su triunfo. Los roles jugaron un papel fundamental. Cada pieza asumió su papel y dio un paso al frente cuando el torneo lo exigió. Futbolistas que, mientras los focos apuntaban a su capitán, aportaban talento, inspiración, creatividad, esfuerzo y oportunismo en las dosis necesarias y en el momento preciso. Jugadores sin los que no se entendería el tercer título mundial de la albiceleste. Son los escuderos de Leo Messi.
El héroe de las tandas de penaltis. El tipo que, en los momentos más calientes, voló para atajar dos lanzamientos ante Países Bajos y uno contra Francia. El que, en el descuento de la prórroga, con 3-3 en el marcador y Kolo Muani rematando con violencia dentro del área, sacó una pierna milagrosa, inexplicable. Cuando los ritmo cardíacos se dispararon, el Dibu Martínez bailó. Un portero excéntrico, polémico, canchero, convertido en ‘solucionador’ de momentos críticos y que, además, demostró otra virtud clave para un equipo escaso de centímetros: dominó el área en los balones parados.
Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.
Nacido en Mar de la Plata, Emiliano Martínez (30 años) emigró a Inglaterra cuando era un adolescente. Fichó por el Arsenal en busca de un sueño. El camino no fue sencillo. Cesiones, temporadas en el banquillo… El Dibu siguió insistiendo y, en 2020 tuvo su oportunidad. Aprovechó una lesión de Bern Leno para afianzarse como titular, disputando y ganado la FA Cup en agosto, con una actuación destacada. Pese a ello, fue traspasado al Aston Villa (por €17.5 millones), donde se ha convertido en un referente. En 2021, su habilidad para detener penaltis fue clave en la Copa América. En el Mundial, se confirmó como uno de los grandes porteros del momento. En ambos torneos se hizo con el guante de oro.
Llamado a dirigir las riendas del juego cuando las grandes figuras den el relevo, Enzo Fernández se confirmó en Qatar como un futbolista de muchos quilates. Suplente en los dos primeros encuentros, se asentó en el eje de la medular contra Polonia y nadie lo movió de allí. Inteligencia, llegada, trabajo, creatividad. Su figura se hizo gigante en la prórroga ante Países Bajos, cuando en medio del caos gobernó un encuentro que amagaba con tragedia. Estuvo a punto de marcar el tanto del triunfo, pero su disparo se fue al poste. A sus 21 años, mostró una jerarquía inmensa en los momentos cruciales, como si de un joven profesor se tratase. Le valió el premio a mejor jugador joven del Mundial.
En fotos. Argentina se lanza a las calles para recibir a los héroes del Mundial
Tras triunfar en un préstamo a Defensa y Justicia y posteriormente, en su club de formación, River Plate, Enzo Fernández fue traspasado el pasado verano al Benfica portugués por €18 millones. Actualmente, su valor de mercado es de €35 millones, según la web especializada Transfermarkt. Debutó con la selección absoluta el 23 de septiembre. Tres meses después, es campeón del mundo.
Otro elegido para marcar el futuro de la selección albiceleste. Julián Álvarez es una combinación perfecta entre talento y entrega. Su primer gol en la semifinal lo define; un acto de convicción, llevándose el balón a trompicones ante varios defensas, unido a una definición rápida, letal. También lleva su sello la presión previa al 2-0 de la final, alentada desde la banda por su técnico Leo Scaloni. Con el ‘9’ a la espalda, el delantero mordió pegado a la banda, en campo defensivo, para recuperar un balón que terminó en una contra de libro resuelta por Di María.
La Araña no se cansa de picar. A sus 22 años, al igual que Enzo, esta temporada vive su primera experiencia en Europa, en concreto en el gigante Manchester City. El campeón de la Premier lo firmó por €23 millones (su valor de mercado actual es de €32 millones) procedente, nuevamente, de River Plate. En River, Álvarez se convirtió en un absoluto ídolo, ganando una Copa Libertadores y una campeonato de Liga. Su nombre dio la vuelta al mundo por primera vez el 25 de mayo de 2022, cuando marcó 6 goles en un partido de la Libertadores ante Alianza de Lima (8-1). Pese a no ser titular, en Inglaterra firma 7 tantos en 20 partidos. Tiene todo el futuro por delante y una estrella en el pecho.
Tras un Mundial aciago en lo personal, marcado por un problema físico que apenas le había permitido participar a partir de la fase de grupos, Ángel di María fue la gran sorpresa de la alineación de Leo Scaloni para la final. El técnico no sólo introdujo al Fideo, sino que modificó el sistema utilizado con éxito ante Croacia para situarlo en el extremo izquierdo. El movimiento fue ganador. Di María, siempre efectivo en los grandes acontecimientos, generó superioridades, provocó el penalti del 1-0 rompiendo a Dembélé y finalizó una contra sublime en el 2-0.
Habitualmente, los futbolistas rápidos, de uno contra uno y desequilibrio, suelen vivir de sensaciones y, por tanto, pecar de falta de fiabilidad. No es el caso. Después de tres encuentros en el banquillo, Di María apareció en el partido crucial. Y respondió. Como lo hizo, por ejemplo, en el Real Madrid, cuando fue nombrado mejor jugador de la final de la Champions en 2014. A sus 34 años y actualmente en la Juventus (en su carrera figuran también clubes de la talla del Benfica, el Manchester United y el PSG), es junto a Messi el futbolista al que Scaloni concedió el liderazgo del equipo. El técnico lo demostró apostando por él en la final. Di María lo agradeció con 63 minutos que pasarán a la historia del fútbol argentino.
Felizmente para Argentina, su error en el penalti que supuso el 2-1 y el renacer de Francia en la final no terminó empañando su sobresaliente campeonato. Junto a Cristian Romero, Nicolás Otamendi ha formado una zaga sólida, intensa, capaz de adelantar líneas para buscar al rival y de resistir en los momentos de agobio. Si Argentina tenía un punto débil en defensa era el juego aéreo. Ahí, pese a no destacar por su estatura, Otamendi fue un bastión gracias a su potente salto y su valentía para ir al cuerpo a cuerpo.
Un guerrero forjado en Vélez Sarsfield y que en 2010, con 22 años, emigró al Porto. Fue en la Liga española, en el Valencia, cuando alcanzó su mejor nivel, fruto de su carácter y su velocidad para anticiparse y salir al cruce. Así, en 2015, el Manchester City lo fichó por €48 millones. Tras cinco temporadas, en las que fue de más a menos, en 2020 regresó a Portugal, esta vez al Benfica. En su tercer y, probablemente, último Mundial alcanzó la gloria.
De Paul, Romero, Molina, Montiel, MacAllister… La conquista de un Mundial se construye sobre la figura de una estrella y la labor colectiva de un equipo entregado a una causa común. La tercera estrella de Argentina tomó brillo desde la inmensidad de un ’10’ irrepetible, rodeado de unos escuderos convencidos y entregados a su liderazgo.
Borja Santamaría
Títulos, récords y millones; el fenómeno Leo Messi, en números
Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.
Con la compra de tu suscripción digital, recibes acceso a contenido premium dentro de nuestra plataforma web.
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Acceso exclusivo a noticias, entrevistas y artículos
Acceso prioritario a eventos
Newsletters digitales diarios
Newsletters especiales y especializados
12 ediciones digitales de Mercado
12 ediciones digitales de Market Brief
Nuevas ediciones al instante en tu correo