El cuidado de los pulmones: claves y recomendaciones

Los pulmones funcionan como un complejo sistema que permite el ingreso y salida de gases como el oxígeno y el dióxido de carbono para el normal funcionamiento de todas las células y órganos del cuerpo humano. Por ello, es fundamental tener en cuenta aquellos signos o síntomas que pueden alertar sobre alguna complicación pulmonar, como la tos crónica, producción de moco, tos con sangre, dificultad para respirar, dolor torácico entre otras dolencias. En estos casos, debemos buscar ayuda.

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Además de estar alerta a las señales que emite nuestro cuerpo, el cuidado pulmonar también implica reducir factores de riesgo. Fumar es una de las prácticas más nocivas para nuestro organismo. Las personas que han dejado este hábito siempre se preguntan si se pueden limpiar los pulmones. La respuesta es que no podemos eliminar la huella ha dejado el uso del tabaco. Este produce daños irreversibles, no solo a las vías aéreas, sino también a cualquier otra parte u órgano del cuerpo.

Técnicas de limpieza pulmonar

En cambio, si se trata de mejorar algunas consecuencias de procesos infecciosos, ya sean vírales o bacterianos, se puede actuar. Las técnicas de limpieza pulmonar incluyen drenaje postural, percusión torácica y ejercicios respiratorios que ayudan a expulsar mucosidades de los pulmones y las vías respiratorias. Las terapias de vapor pueden ofrecer un alivio temporal a las personas que sufren congestión o afección respiratoria crónica.

Definitivamente, para cuidar nuestros pulmones, lo mejor que podemos hacer es evitar todo aquello que pudiera afectar las vías respiratorias. Y, por supuesto, si se está utilizando algún derivado del tabaco, abandonarlo a tiempo, evitando muchas situaciones o enfermedades que complicarían la vida.

Consejos básicos para unos pulmones sanos

Para mantener nuestros pulmones sanos, debemos:

• Evitar los cambios bruscos de temperatura.
• Prevenir la exposición a sustancias tóxicas (productos de limpieza, humo de cigarrillos, humo industrial o contaminantes ambientales).
• Alejarse del humo de leña.
• Protegerse en los lugares de trabajo con los equipos adecuados.
• Hacer ejercicio al aire libre.
• Decir «no» al consumo de tabaco, hookah, vape o cigarrillos electrónicos.
• Procurar no estar en lugares húmedos o con poca ventilación.
• Llevar una dieta balanceada.
• Mantenerse hidratado.
• En caso de padecer enfermedades como asma, utilizar los medicamentos adecuados.
• Cuidar la postura.

Por Dr. Alfredo Matos Hoepelman, neumólogo internista y broncoscopista. Artículo publicado en la revista especializada en salud MediHealth.

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