Hay momentos en que las personas suelen despistarse, olvidar palabras o fechas, así como a padecer problemas de concentración. La respuesta para evitar que esto suceda es simple: mantener la mente en entrenamiento constante, pues como si se tratara de un músculo, el cerebro también se atrofia. Del mismo modo que se ejercita el cuerpo para mantener los músculos en forma, también es necesario ejercitar el cerebro.
Todo es cuestión de cultivar hábitos enfocados en extender las capacidades más complejas del cerebro y de la manera más eficaz posible. Algunos aspectos a tomar en cuenta que incluyen una alimentación balanceada, alejarse del automatismo, la lectura, la liberación de cortisol a través de la meditación y la realización de rutinas de baile.
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Está demostrado que ejercitar la memoria ayuda a prevenir enfermedades como el Alzheimer, la demencia senil y la pérdida cognitiva que pueden presentarse a partir de los 50 años.
El cerebro es muy delicado y sus funciones cognitivas se resienten más de lo que las personas pueden percibir. No solo se afectan sus funciones con el paso del tiempo, también la ansiedad y las emociones que pueden generar malestar son capaces de perjudicarlo sobremanera.
Las llaves de una mente en forma
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