El fortalecimiento de los sistemas de salud en Centroamérica y el Caribe depende en gran medida de un acceso más ágil a la innovación y del impulso a las alianzas público-privadas. Esto según Álvaro Soto, gerente general de la farmacéutica Roche para Centroamérica, el Caribe y Venezuela.
Durante la presentación de la Estrategia de Sostenibilidad 2024-2027 de la compañía, Soto subrayó que las empresas tienen un papel crucial en esta misión, siempre que se basen en la ética y la confianza.
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Uno de los principales desafíos que enfrentan los sistemas de salud en la región es la lenta adopción de innovaciones. En promedio, en América Latina, pueden pasar hasta cuatro años para que una nueva terapia sea accesible para los pacientes. Sin embargo, en países de Centroamérica y el Caribe, este proceso puede tardar hasta diez años. Este retraso significa que, en casos críticos como el tratamiento del cáncer, los pacientes deben esperar un tiempo inaceptable para acceder a las últimas terapias disponibles.
La Estrategia de Sostenibilidad 2024-2027 de Roche tiene como objetivo mejorar la atención integral al paciente en la región, promoviendo un acceso temprano a soluciones innovadoras de salud. Según Soto, esto implica trabajar en estrecha colaboración con los sistemas de salud locales para hacerlos más eficientes, ágiles y sostenibles.
Como parte de esta estrategia, Roche ha incrementado su inversión en investigación y desarrollo en la región, alcanzando los 5,4 millones de dólares en 2023, un 82 % más que en el año anterior. Además, la empresa ha desarrollado 27 estudios clínicos y ha implementado campañas de prevención y diagnóstico temprano.
Otro aspecto fundamental para el desarrollo de los sistemas de salud en la región es el fortalecimiento de las alianzas público-privadas. Según Soto, para que estas alianzas sean duraderas y prósperas, deben basarse en la transparencia y la confianza mutua. «Es crucial que estas alianzas beneficien al paciente, al sistema de salud y a las empresas, siempre actuando de manera ética y transparente», destacó Soto.
Soto también enfatizó la importancia de la investigación como motor de desarrollo para la región. Países como Costa Rica, Panamá, Guatemala y República Dominicana cuentan con profesionales de primer nivel. Pero es necesario un mayor compromiso por parte del sector público. La integración de ambos sectores en la investigación podría generar múltiples beneficios, desde la creación de empleos de calidad hasta la retención de talento, y lo más importante, ofrecer a los pacientes nuevas oportunidades de tratamiento a través de estudios clínicos.
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