Nota del Editor: Este contenido fue actualizado con motivo del Día Mundial de la Salud.
La licencia médica es un derecho de todos los empleados en la República Dominicana, según lo estipula el artículo 75 del Reglamento de Relaciones Laborales en la Administración Pública No. 523-09, con disfrute de sueldo, «siempre y cuando sea por una causa justificada».
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Como consecuencia del impacto por la pandemia en 2020, se ha registrado un crecimiento en la emisión de este tipo de licencias, al igual que la categoría en la que el Instituto Dominicano de Prevención y Protección de Riesgos Laborales (Idoppril) posiciona al nuevo coronavirus.
Desde 2008 hasta principios de febrero de 2022, Idoppril ha calificado 11,881 reportes como enfermedades profesionales, siendo casi el 83% ocasionadas por riesgos considerados de origen biológicos, entre los que se encuentra el SARS-CoV-2.
Los contagios entre trabajadores de salud han incrementado la categoría mencionada anteriormente, según la entidad
El porcentaje restante (11.24 por ciento) corresponde a ausencias médicas justificadas como perturbaciones funcionales producidas por ruido, presión, temperaturas altas o bajas, radiaciones, vibraciones, esfuerzo repetitivo y otros riesgos físicos.
Ciertamente, los datos se han disparado a causa del nuevo coronavirus y su alto nivel de contagio entre personas que carecen del esquema de vacunación completo: solo en 2021, Idoppril calificó más de 5 mil enfermedades profesionales en sus reportes, siendo el covid-19 la principal.
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De acuerdo con el organismo, el 99 por ciento de las personas respiran aire insalubre, procedente principalmente a la quema de combustibles fósiles, debido al calentamiento del planeta, los mosquitos propagan las enfermedades más lejos y más rápido que antes.
«La crisis climática es una crisis de la salud: las mismas opciones insostenibles que deterioran nuestro planeta están provocando la muerte de seres humanos», dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
«Necesitamos soluciones transformadoras para desenganchar al mundo de su adicción a los combustibles fósiles, reimaginar economías y sociedades centradas en el bienestar y salvaguardar la salud del planeta, del que depende la salud humana», agregó.
El organismo hizo hincapié en que la pandemia de covid-19 ha hecho visibles las fallas de la inequidad en todo el mundo, y ha puesto de relieve la urgencia de crear sociedades del bienestar sostenibles que no infrinjan los límites ecológicos y que garanticen que todas las personas tengan acceso a herramientas, sistemas, políticas y entornos que salven y mejoren la vida de las personas.
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