El desmayo, también conocido como síncope, es la pérdida repentina de la conciencia, por periodo corto de tiempo, causando inmovilidad, pulso debilitado, brazos fríos y respiración superficial.
Aunque a menudo, se percibe como una reacción repentina e inexplicable de nuestro cuerpo, el desmayo tiene causas subyacentes que pueden variar en el paciente, obligando a conocer los llamados de atención.
Al examinar el desmayo se desprenden diversas causas, que compartimos a continuación:
La influencia de emociones intensas. Las fuertes reacciones al dolor, noticias impactantes o la visión de algún factor que nos altere, puede desencadenar una brusca actividad del sistema nervioso autónomo, afectando la presión arterial, la frecuencia respiratoria y el ritmo cardiaco, perdiendo así su sincronización habitual.
Erguirse de manera brusca. Pasar rápidamente de estar acostado a estar de pie puede provocar hipotensión ortostática, es una enfermedad que consiste en el descenso brusco de la presión arterial que puede resultar en desmayo. Si esta situación se vuelve frecuente, quizás sea indicativo de problemas de salud más graves.
Deshidratación. Al no consumir líquidos, especialmente en ambientes húmedos o temperaturas muy elevadas se produce una reducción del volumen de sangre y disminuye la presión arterial causando una suspensión de la conciencia, es decir, el desmayo.
Desgaste emocional. Al pasar por ataques de desgaste emocional, muy común en jóvenes y adultos, se evidencia un breve período de angustia, ansiedad o miedo extremos que comienza repentinamente y se acompaña de síntomas físicos y/o emocionales.
Un trastorno de angustia se desarrolla por crisis repetitivas que conducen a una preocupación excesiva por riesgos futuros y/o cambios en el comportamiento orientados a evitar las situaciones que podrían desencadenar una crisis.
Problemas del corazón. El desmayo también puede ser causado por un mal funcionamiento de algún órgano de nuestro cuerpo, como lo es el corazón. Los desmayos causados por un problema en el corazón se llaman síncopes cardíacos y requiere monitoreo médico para su control.
Embarazo. Durante el embarazo se suele tratar con normalidad los mareos y, por consiguiente, el desmayo se debe al aumento de las hormonas que causan que los vasos sanguíneos se relajen y se ensanchen. Esto ayuda a aumentar el flujo de sangre a su bebé, pero retrasa el retorno de la sangre en las venas en el caso de la madre.
Estar bajo la influencia de drogas o alcohol. La decisión de tomar alcohol mientras se está bajo tratamiento médico puede tener consecuencias graves para la salud de cualquier persona que decide hacer esta combinación. La interacción entre el alcohol y ciertos medicamentos puede desencadenar efectos secundarios adversos, desde náuseas y vómitos, desmayos y pérdida de coordinación.
Hipoglucemia y otras enfermedades. La hipoglucemia, o niveles bajos de azúcar en la sangre, así como ciertos medicamentos, también pueden desencadenar desmayos. Es importante tener en cuenta estos factores al considerar las posibles causas de un síncope.
También los trastornos neurológicos como migrañas, convulsiones, enfermedad de Párkinson u otros trastornos del sistema nervioso y los ataques cerebral o mini ataque cerebral pueden desencadenar un sinnúmero de síntomas entre estos el desmayo.
¿Qué hacer si alguien se desmaya?
Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NIH), debemos verificar que las vías respiratorias estén libres de obstrucciones para que la persona respire sin dificultad, la recostamos y esperamos de 10 a 15 minutos hasta que el afectado se encuentre apto para seguir sus actividades con normalidad.
Puede que la persona no se sienta totalmente normal de inmediato. Algunas pueden experimentar sensaciones de cansancio o agotamiento durante varias horas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estas causas no son graves, a menos que se lesione al caer.
Si experimentas desmayos recurrentes que afectan tu vida diaria, es fundamental buscar ayuda médica. Un médico realizará exámenes exhaustivos para identificar la causa subyacente y proporcionar un plan de tratamiento adecuado para manejar la situación de manera efectiva.
