Bienestar de los niños, un gran reto para los padres

No todos los ámbitos o aspectos concretos de la vida de un niño influyen de la misma manera o tienen el mismo peso en su bienestar general.

La infancia es la etapa de formación que una persona vive en toda su vida, a medida que van creciendo, los niños tienen cada vez más necesidad de sentirse autónomos, y esto va estrechamente relacionado con su bienestar.

Su crecimiento y desarrollo saludable deben ser una de las máximas prioridades para todas las sociedades.

El bienestar infantil depende de varios factores, evaluaciones y aspiraciones que los pequeños tienen sobre sus vidas. En general, los niños se sienten satisfechos, aunque algunos pocos no llegan al nivel óptimo de bienestar.

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Tres aspectos son los que más influyen positivamente en el bienestar del niño, según un estudio realizado entre 2011 y 2012 por Unicef España, junto con el Equipo de Investigación en Infancia, Adolescencia, Derechos de la Infancia y su Calidad de Vida de la Universidad de Girona, Cataluña, estos son:

1-Los factores del entorno socioeconómico y cultural del niño

Presentan mayores niveles de bien- estar aquellos niños y niñas que viven en un hogar con adultos que trabajan y que cuentan con posesiones materiales y culturales.

2-Las características de la población

Los niños que asisten a escuelas o institutos de entornos semiurbanos, que realizan actividades diariamente con sus padres y practican frecuentemente ejercicio físico gozan de más bienestar.

3-Sus percepciones y preocupaciones

Son más felices si se sienten más seguros, escuchados y bien tratados por las personas dentro y fuera del hogar, si tienen la percepción de que su tiempo está bien organizado y si no se deben preocupar por la situación económica de su familia.

El marco social y familiar que envuelve al niño ejerce un papel muy importante en su vida académica.

Muchos niños pueden experimentar en su infancia sentimientos negativos por situaciones que se le presentan en el transcurso de su crecimiento, los niños tienen que aprender a superar estas decepciones y volver a recuperar su equilibrio emocional perdido.

Los padres o tutores tienen esta gran responsabilidad; con muestra de cariño más abrazos y menos castigos, cuidando su autoestima, ayudarlos a aceptarse a sí mismos, jugar y compartir tiempo de calidad con los niños.

El Estado Mundial de la Infancia 2021 hace un llamado al compromiso, la comunicación y la acción como elementos fundamentales de un enfoque integral para promover la buena salud mental y el bienestar de cada niño.

Por Redacción MediHealth

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