Cuando escuchas por primera vez sobre los beneficios de beber agua salada embotellada, tu mente puede asociarlo inmediatamente con tomar un trago de agua de mar —nada agradable para mi paladar—. Y ahí está el primer error.
Lo primero que debemos aclarar es que el agua salada embotellada no es exactamente agua de mar común. Este tipo de agua se purifica y microfiltra para eliminar impurezas, sedimentos y posibles contaminantes. Además, algunas versiones incluyen la adición de minerales o están ionizadas, lo que las convierte en productos premium dentro del mercado de bebidas saludables.
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Aunque no es muy conocida, se ha comprobado que el agua salada puede tener potenciales beneficios para la salud. Pero también conlleva algunas contraindicaciones.
Gracias a su composición rica en minerales y electrolitos esenciales, el agua salada ayuda al cuerpo a reponer sus niveles tras esfuerzos físicos intensos, exposición prolongada al sol o el consumo de alcohol. Según los expertos de Refix, una bebida de recuperación que utiliza agua salada purificada, este tipo de agua ayuda a eliminar toxinas, rehidratar rápidamente el organismo y aliviar síntomas como la fatiga.
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También alivia los dolores de cabeza y debilidad, que son comunes tras una noche de excesos. Sin embargo, advierten que, debido a su alto contenido en sodio, puede causar problemas de hipertensión y afectar la salud cardíaca si se consume en exceso.
El agua de mar purificada, contiene una alta concentración de minerales esenciales como magnesio, calcio y potasio. Estos minerales son cruciales para el funcionamiento óptimo del cuerpo, especialmente después del ejercicio. El magnesio, en particular, mejora la hidratación y contribuye a la recuperación muscular, mientras que los electrolitos restablecen el equilibrio de fluidos tras situaciones de deshidratación o esfuerzos físicos intensos.
Otro aspecto a destacar es la similitud entre la composición del agua de mar y el plasma sanguíneo, lo que la hace compatible con las necesidades del cuerpo humano.
Además, esta agua contiene antioxidantes como la vitamina E, que combaten el estrés oxidativo, mejorando la salud celular y reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.
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Pese a sus beneficios, el consumo de agua salada también puede tener riesgos:
El agua salada embotellada se ha convertido en un producto cada vez más popular en el mercado de bebidas saludables. Sin embargo, como en todo, su consumo debe ser moderado. Y se recomienda consultar a un profesional de la salud antes de incorporarla a tu rutina diaria. Si bien puede ofrecer beneficios como la reposición de electrolitos y una mejor hidratación, su consumo excesivo podría conllevar riesgos para la salud.
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