Los dos tipos de café más populares del mundo son el robusta y el arábica; ambos son derivaciones de la planta Coffea. Y precisamente sobre éste último, el arábica, un equipo de científicos obtuvo su genoma de referencia tras haber estudiado su evolución en el tiempo y presencia en varios continentes.
El estudio, codirigido por la Universidad de Buffalo y que fue publicado en la revista Nature Genetics, sostiene que el trabajo ayudará a cultivar plantas de café más capaces de resistir el cambio climático en el futuro.
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La investigación sugiere que el Coffea arabica surgió hace más de 600,000 años en los bosques de Etiopía de la hibridación natural de otras dos especies de café.
«Hemos utilizado información genómica de plantas vivas para retroceder en el tiempo y trazar un panorama lo más preciso posible de la larga historia del arábica, así como para determinar el parentesco entre las variedades cultivadas en la actualidad», explica el coautor del estudio y catedrático de la Facultad de Letras y Ciencias de la Universidad de Búffalo, Víctor Albert.
El equipo pudo secuenciar 39 variedades de Arábica e incluso un espécimen del siglo XVIII utilizado por el naturalista sueco Carl Linnaeus para dar nombre a la especie.
El Arábica surgió de una hibridación natural entre Coffea canephora y Coffea eugenioides pero los científicos no sabían cuándo -y dónde- sucedió.
Para averiguarlo, el equipo sometió a varios genomas de Arábica a un programa de modelización computacional y determinaron que esta variedad se formó en algún momento anterior, hace entre 610.000 y un millón de años y que fue un mestizaje natural, anterior a los humanos modernos.
El estudio también mostró una clara división geográfica en las variedades recolectadas alrededor del Gran Valle del Rift, que va desde el sureste de África hasta Asia.
Todas las variedades silvestres estaban en el lado occidental y las cultivadas en el oriental, más cerca del estrecho de Bab al-Mandab, que separa África de Yemen.
Esto concuerda con anteriores pruebas de que el cultivo del café pudo iniciarse principalmente en Yemen, en torno al siglo XV.
«Parece que la diversidad del café yemení puede ser la fundadora de todas las principales variedades actuales», afirma Patrick Descombes, experto en genómica en Nestlé y coautor del estudio.
El nuevo genoma de referencia del arábica permitió al equipo localizar una nueva región que alberga miembros de la familia de genes de resistencia RPP8, así como un regulador general de genes de resistencia, el CPR1.
«Estos resultados sugieren un nuevo locus diana para mejorar potencialmente la resistencia a patógenos en Arábica», afirma Salojärvi.
Con información de la agencia EFE
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