El calendario de 2024 ya ha dejado atrás sus primeras tres páginas. Por tanto, es un buen momento para observar el comportamiento de los principales indicadores económicos en la región. Por ejemplo, la evolución de las distintas monedas de América Latina en su relación con el dólar.
Así han crecido o decrecido las principales monedas de Latinoamérica en el primer trimestre de 2024.
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El peso dominicano se depreció un 1.8 % respecto al dólar en le primer trimestre de 2024. Esta evolución mantiene la tendencia de la segunda mitad del año anterior.
Así, el 29 de abril el peso se situó por debajo de los 54 pesos por dólar. Un año más tarde, a 1 de abril de 2024, su valor supera los 59.2 pesos por dólar (-9.7 %).
La dominicana es una de las divisas más estables de la región, junto al sol peruano o al peso colombiano, que se han movido en el rango del 1 % por encima o por debajo del dólar en estos primeros tres meses.
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Tras una larga etapa de una fuerte depreciación, el peso argentino se ha comportado de forma más estable en el inicio de 2024. Su caída es significativa, del 5.8 %, pero el ritmo es menor que en ejercicios anteriores (en los primeros tres meses de 2023 la caída superó el 18 %).
Una fecha clave para entender el rumbo que sigue el peso argentino fue el 13 de diciembre de 2023. Como parte de un paquete de medidas de urgencia, Javier Milei decretó una depreciación del 50 % de su moneda. El objetivo era «que los sectores productivos tengan los incentivos adecuados para aumentar su producción», señaló el ministro de Economía Luis Caputo.
La intención era dar un impulso a las exportaciones. El efecto secundario fue un aumento de la inflación (276 % interanual en febrero de 2024, con un 36.6 % acumulado en los dos primeros meses del año).
Con el peso argentino cayendo a menor ritmo, el peso chileno pasa a ser la moneda que más se devalúa en la región en este inicio de año. La divisa cayó más de un 10 % en tres meses, con el retroceso del precio del cobre como uno de los factores decisivos.
El real brasileño también está mostrando una evolución a la baja. La depreciación roza el 4 % en lo que va de año.
En el otro lado de la balanza, el peso uruguayo destaca con una subida superior al 5 %. También evoluciona con fuerza el peso mexicano, situándose en valores no vistos desde 2015.
La segunda economía de la región cuenta con excedentes de dólares procedentes de remesas y turismo, por lo que su divisa sigue sólida pese a que el Banco Central ya ha comenzado a rebajar las tasas de interés.
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