Sam Altman, el visionario detrás de OpenAI, es conocido por su enfoque único para desarrollar ideas innovadoras. Aunque dirige una de las compañías más avanzadas en inteligencia artificial, su método personal para generar ideas está lejos de ser tecnológico. Altman revela que su mayor secreto es simple: escribir ideas a mano en un cuaderno pequeño y deshacerse de ellas hasta encontrar la clave. ¿Cómo un empresario tan inmerso en la tecnología puede depender de una solución tan básica?
Este hábito refleja una filosofía subyacente: no es el cuaderno en sí lo que importa, sino el proceso de desechar y refinar ideas hasta que surja la adecuada.
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Sam Altman, CEO de OpenAI y ex presidente de Y Combinator, confiesa que prefiere un cuaderno espiral sobre herramientas digitales o aplicaciones modernas para tomar notas. Lleva siempre un cuaderno pequeño en su bolsillo para capturar ideas o pensamientos. Para Altman, no es importante que el cuaderno sea elegante o sofisticado, lo esencial es que sea práctico: «Puedo arrancar las páginas y ver varias notas al mismo tiempo sobre la mesa», explica.
Este enfoque le permite tener una visión global de sus ideas, analizarlas y desecharlas cuando no encajan. El proceso de rasgar y tirar hojas refleja la importancia de dejar ir aquellas ideas que no son útiles, un principio que comparte con otros empresarios como Seth Godin, quien afirma que el éxito está en desechar miles de ideas antes de dar con una buena.
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¿Por qué Altman opta por escribir a mano cuando tiene acceso a las tecnologías más avanzadas? La respuesta reside en los beneficios cognitivos de este acto. Diversos estudios han demostrado que escribir a mano mejora la memoria, el razonamiento lógico y la capacidad de análisis. Un estudio de la Universidad de Noruega de Ciencia y Tecnología muestra que la escritura manual activa zonas del cerebro relacionadas con el aprendizaje.
Al escribir, el cerebro procesa de manera más profunda lo que se está anotando. Esto no solo ayuda a recordar mejor las ideas, sino también a reflexionar sobre ellas de manera más crítica. «Escribir a mano te obliga a procesar lo que piensas», afirma Altman. Este enfoque, que también es utilizado por líderes como Bill Gates y Jeff Bezos, demuestra cómo las ideas abstractas pueden convertirse en soluciones tangibles solo por el acto de plasmarlas en papel.
Altman resalta que, aunque los cuadernos de lujo pueden ser atractivos, no le sirven. «Necesito un cuaderno pequeño y con espiral», menciona. La espiral le permite mantener el cuaderno plano, mientras que su tamaño compacto facilita llevarlo a todas partes. El proceso de escribir y desechar las páginas le permite iterar sobre sus ideas sin temor a aferrarse a ninguna de ellas.
Este enfoque de generar, revisar y descartar ideas hasta dar con la correcta se alinea con la noción de que el éxito radica en la cantidad de ideas que uno puede producir y evaluar. Cuantas más ideas se generen, mayor será la posibilidad de encontrar una que sea verdaderamente innovadora. En palabras de Altman, «cuando llega la limpiadora, hay un montón de papeles arrugados en el suelo con mis notas». Esto refleja la cantidad de ideas que descarta antes de encontrar una que valga la pena.
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Más allá de su impacto en la innovación, el método de Sam Altman para tomar notas es un recordatorio de que, a veces, las soluciones más simples son las más efectivas. En un mundo donde las aplicaciones, los dispositivos y las herramientas digitales dominan nuestras vidas, la práctica de Altman sugiere que volver a lo básico puede tener un impacto profundo en la productividad y la creatividad.
No se trata de tener siempre la última tecnología a mano. A veces, el acto de escribir en un cuaderno es suficiente para desencadenar una lluvia de ideas. Este método, que combina simplicidad y eficiencia, ha sido perfeccionado por Altman a lo largo de su carrera, tanto en su tiempo como cofundador de OpenAI como en sus años en Y Combinator, donde ha trabajado con cientos de startups.
Aunque pueda parecer sorprendente, esta técnica de baja tecnología ha jugado un papel crucial en la trayectoria de Altman y OpenAI. Detrás de los avances tecnológicos que ha impulsado, desde los modelos de inteligencia artificial hasta la creación de herramientas como ChatGPT, se esconde un proceso analógico basado en la reflexión y la repetición.
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La habilidad para generar, evaluar y desechar ideas es crucial para cualquier líder empresarial. Altman, con su cuaderno en mano, ejemplifica cómo la mezcla de enfoque y práctica puede llevar a resultados extraordinarios. Su éxito en OpenAI y otros proyectos demuestra que las grandes ideas no siempre surgen de la tecnología más avanzada, sino de la capacidad de reconocer cuando una idea no funciona y estar dispuesto a dejarla ir.
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