República Dominicana ha experimentado un avance sin precedentes en su matriz energética durante los últimos cuatro años, posicionándose como uno de los líderes regionales en la adopción de energías renovables. Este esfuerzo colectivo, que involucra al sector público, privado y a la sociedad civil, requiere espacios de reflexión y acción estratégica para impulsar aún más esta transformación. En este contexto, Mercado Events presentará el Energy Summit 2025, el principal evento de debate y acción que reunirá a autoridades, inversionistas y líderes del sector para analizar los desafíos y oportunidades de la transición energética en el país.
Cabe destacar que al cierre de 2024, la capacidad instalada de generación renovable en nuestro país (que incluye solar, eólica y biomasa) alcanzó los 1,396 megavatios (MW), representando el 23.32 % de la capacidad total del país. Esta cifra refleja un crecimiento del 137 % en comparación con 2020, cuando las energías verdes apenas aportaban 588 MW (11.94 %).
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Pero el progreso no se limita a las grandes plantas generadoras. El autoconsumo ha ganado terreno de manera significativa, con más de 460 MW instalados en techos residenciales, comerciales e industriales, una muestra de cómo la descentralización energética está transformando el panorama dominicano.
La transición energética en República Dominicana no es un fenómeno espontáneo, sino el resultado de una estrategia bien estructurada. En línea con su visión de desarrollo, el gobierno prepara el lanzamiento del Plan Energético Nacional 2025-2038, la tercera versión de una hoja de ruta diseñada para acelerar la adopción de energías limpias y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Este plan se alinea con los compromisos internacionales asumidos por el país, como el Acuerdo de París, y con metas locales establecidas en la Estrategia Nacional de Desarrollo (Ley 1-12), que busca reducir en un 25% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Además, la Ley 57-07, que incentiva las energías renovables mediante beneficios fiscales y un marco regulatorio favorable, ha sido clave para atraer inversiones.
Soto resaltó que, gracias a estas políticas, 27 nuevos parques de energía renovable se incorporarán al sistema en los próximos años, algunos ya operativos desde 2024 y otros en fase de implementación para 2025. Estos proyectos añadirán 1,567.47 MW adicionales a la red nacional, consolidando aún más el papel de las energías limpias en la generación eléctrica.
Uno de los factores determinantes en este crecimiento ha sido la entrada masiva de capital privado. Solo en 2023, el sector energético dominicano recibió US$1,070 millones en inversiones, un flujo de recursos que ha permitido financiar nuevos proyectos y modernizar la infraestructura existente.
La viceministra también destacó la participación del país en iniciativas regionales como Renovables para Latinoamérica y el Caribe (Relac), una alianza creada en 2019 durante la Cumbre de Acción Climática de la ONU, que busca alcanzar una penetración del 30 % de energías renovables para 2030. Este tipo de colaboraciones internacionales no solo facilita el intercambio de conocimiento, sino que también abre puertas a financiamiento y tecnologías innovadoras.
A pesar de los avances, República Dominicana enfrenta retos significativos para consolidar su transición energética. Uno de los principales es el fortalecimiento de la red de transmisión, que debe adaptarse para manejar el creciente flujo de energía intermitente proveniente de fuentes renovables.
Otro punto crítico es la electrificación de zonas rurales y aisladas, donde las redes convencionales no llegan. Las soluciones descentralizadas, como microrredes y sistemas fotovoltaicos autónomos, son claves para garantizar acceso universal a la energía.
Además, el país debe avanzar en la regulación del almacenamiento energético, un componente esencial para maximizar el aprovechamiento de las renovables y garantizar estabilidad en el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI).
El gas natural, aunque considerado un combustible de transición, sigue siendo parte de la estrategia para reducir el uso de derivados del petróleo. Sin embargo, el objetivo a largo plazo es minimizar su participación en favor de alternativas más limpias.
Finalmente, mantener y ampliar la cooperación internacional será fundamental para superar barreras tecnológicas y financieras, asegurando que la transición no solo sea rápida, sino también equitativa y sostenible.
República Dominicana ha dado pasos firmes hacia un modelo energético más sostenible, demostrando que es posible combinar crecimiento económico con responsabilidad ambiental. Con una capacidad renovable que supera el 23% de su matriz, inversiones millonarias y un marco legal favorable, el país se perfila como un referente en la región.
En un esfuerzo por acelerar esta transformación, Mercado Events presentará el Energy Summit 2025, el principal foro de debate y acción estratégica que reunirá a autoridades, inversionistas y líderes del sector para analizar los desafíos y oportunidades de la transición energética en el país. Este evento, consolidado como un espacio de referencia, destacará el rol transformador del sector en el desarrollo económico nacional y promoverá soluciones innovadoras, tecnologías limpias y modelos de sostenibilidad ambiental.
Si se mantiene el ritmo actual, el país no solo cumplirá con sus compromisos climáticos, sino que también sentará las bases para un sistema energético más robusto y menos dependiente de los combustibles fósiles. El 2025 marcará un hito con el lanzamiento del nuevo plan energético, una oportunidad para acelerar la transformación y consolidar a República Dominicana como líder en la revolución verde del Caribe.
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