En un reciente informe, el Banco Mundial (BM) resalta la importancia de comprender el impacto económico de la biodiversidad para erradicar la pobreza en un planeta habitable.
Más del 50 % del producto interno bruto (PIB) mundial, es decir, US 44 billones en recursos económicos, depende de la naturaleza. Este valor coloca el crecimiento verde como una necesidad para fortalecer la economía global. La biodiversidad, lejos de ser solo una cuestión de conservación, se presenta como un eje central para el desarrollo sostenible y la prosperidad económica a nivel mundial.
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El BM propone dinamizar el enfoque sobre la biodiversidad, buscando integrar la naturaleza en todos los ámbitos. La naturaleza corresponde al 70 % del planeta y es donde se produce la actividad humana. Por lo tanto, es esencial que la biodiversidad se integre en todas las esferas de la vida humana. Desde la agricultura y la pesca hasta el turismo y la medicina, la biodiversidad proporciona recursos y servicios ecosistémicos vitales.
Estos incluyen la polinización de cultivos, la purificación del agua, la regulación del clima y la provisión de alimentos y medicinas.
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Agricultura y Alimentación: La biodiversidad es fundamental para la seguridad alimentaria. La diversidad genética de los cultivos y el ganado es crucial para desarrollar variedades resistentes a enfermedades y cambios climáticos. Además, los polinizadores, como abejas y mariposas, son esenciales para la producción de muchos alimentos.
Salud y Medicina: Muchas medicinas provienen de plantas y animales. La biodiversidad es una fuente inagotable de compuestos que pueden ser utilizados en el tratamiento de enfermedades. La investigación biotecnológica depende en gran medida de la diversidad biológica.
Turismo: La biodiversidad es un pilar del turismo ecológico, que genera ingresos significativos para muchos países. Las áreas naturales protegidas atraen a millones de visitantes anualmente, proporcionando empleo y mejorando las economías locales.
Cambio Climático: Los ecosistemas biodiversos son más resilientes al cambio climático. Los bosques, por ejemplo, actúan como sumideros de carbono, mitigando el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El BM señala que ampliar alianzas inclusivas sobre biodiversidad, enfocándose más allá de la protección de parques nacionales, es crucial. La integración de ministerios de medio ambiente, de finanzas, bancos centrales, el sector privado, sociedad civil y comunidades locales, facilitaría la llegada de recursos del BM a micro y medianas empresas. Esto dinamizaría la economía con la creación de empleos.
Proyectos Comunitarios de Conservación: Iniciativas donde las comunidades locales son protagonistas en la gestión de recursos naturales, promoviendo el uso sostenible y la protección de la biodiversidad.
Inversiones Sostenibles del Sector Privado: Empresas que adoptan prácticas sostenibles, como la agricultura regenerativa y la pesca responsable, contribuyen a la conservación de la biodiversidad y al mismo tiempo obtienen beneficios económicos.
Políticas Públicas Integradas: La coordinación entre diferentes ministerios y niveles de gobierno para implementar políticas que favorezcan la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, alineadas con objetivos económicos y sociales.
El Banco Mundial insta a movilizar los financiamientos a favor de los recursos naturales hacia donde más se necesite, venciendo los obstáculos de acceso. Asimismo, destaca la importancia de contabilizar el capital natural para incluir la naturaleza en los balances de gobiernos. Esto permitiría la toma de mejores decisiones en materia de políticas de desarrollo.
Fondos verdes y bonos de sostenibilidad: Instrumentos financieros diseñados para canalizar inversiones hacia proyectos que promuevan la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales.
Pagos por servicios ecosistémicos (PSE): Mecanismos donde los beneficiarios de servicios ecosistémicos, como la purificación del agua o la captura de carbono, compensan a los proveedores de estos servicios, generalmente comunidades locales o agricultores.
Incentivos fiscales y subsidios verdes: Políticas que favorecen económicamente a las empresas y comunidades que adopten prácticas sostenibles y contribuyan a la conservación de la biodiversidad.
Evaluación de ecosistemas y biodiversidad: Implementar metodologías para evaluar y valorar los servicios ecosistémicos y la biodiversidad, incorporando estos valores en las cuentas nacionales.
Indicadores de desarrollo dostenible: Desarrollar y utilizar indicadores que reflejen el estado de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, proporcionando información crítica para la toma de decisiones.
Transparencia y rendición de cuentas: Establecer sistemas de monitoreo y reporte que aseguren la transparencia en el uso de recursos y la efectividad de las políticas implementadas.
De esta manera, la biodiversidad no es solo una cuestión de conservación, sino también un motor económico. Al integrar la naturaleza en todos los ámbitos de la vida humana y movilizar los financiamientos a favor de los recursos naturales, podemos fortalecer la economía global y erradicar la pobreza en un planeta habitable.
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