Un 30 % de CEOs: ¿Por qué se resisten a la sostenibilidad? - Revista Mercado
Amadita

Un 30 % de CEOs: ¿Por qué se resisten a la sostenibilidad?

Por | noviembre 15, 2024

En un contexto donde el consumo responsable está ganando terreno a pasos agigantados, resulta sorprendente ver cómo algunos CEOs están reconsiderando su compromiso con la sostenibilidad. La percepción de que las iniciativas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) son complejas y costosas, ha calado en muchas empresas, que ahora se ven tentadas a despriorizar estos esfuerzos justo cuando los consumidores exigen cada vez más productos y servicios que reflejen valores éticos y sostenibles.

Pero, ¿es realmente viable alejarse de estos compromisos en un momento en que los consumidores están más conscientes que nunca de la necesidad de actuar de manera responsable?

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El auge del consumo responsable: Oportunidad y necesidad

En 2024, el mercado de productos sostenibles continúa su acelerado crecimiento, alcanzando los 5 millones de productos con atributos ecológicos en 11 industrias de consumo masivo y 25 países. Este fenómeno refleja una transformación profunda en las preferencias tanto de consumidores como de empresas, quienes cada vez más adoptan modelos de producción y consumo responsables.

Las categorías más destacadas en este auge incluyen alimentos, moda, cosméticos y productos para el hogar, sectores donde los consumidores exigen una mayor transparencia en cuanto al origen de los productos y su impacto medioambiental. Esta demanda ha impulsado un cambio en las dinámicas del mercado, con un énfasis claro en la sostenibilidad como factor crucial para la toma de decisiones de compra.

Aumento del gasto en productos sostenibles

Una de las principales señales del consolidado crecimiento de este mercado es el aumento del gasto en productos sostenibles. En comparación con 2023, el gasto medio en estos productos ha experimentado un incremento del 15 %, lo que refleja una mayor disposición de los consumidores a pagar más por artículos que consideran éticos y responsables. Este comportamiento demuestra que, lejos de ser una moda pasajera, el consumo sostenible ha llegado para quedarse.

Los consumidores están cada vez más dispuestos a invertir en productos que no solo ofrecen calidad, sino que también respetan principios ambientales y sociales.

Esto revela un cambio significativo hacia un consumo consciente, en el que el impacto social y ambiental de los productos se ha convertido en un criterio esencial para la elección de compra.

Finanzas sostenibles: Una tendencia irreversible

Otro indicador clave de la expansión de la sostenibilidad es el auge de las finanzas éticas. En 2024, el mercado global de bonos verdes alcanzó los 759 mil millones de dólares, con emisiones realizadas en 45 países miembros de la Red de Banca y Finanzas Sostenibles (SBFN).

Los bonos verdes se han convertido en una herramienta clave para financiar iniciativas sostenibles, desde proyectos de energías renovables hasta la infraestructura de transporte limpio, mostrando que la sostenibilidad es ahora una prioridad en el ámbito financiero global.

Asimismo y, a pesar de la volatilidad económica, la sostenibilidad sigue siendo un atractivo para los inversores. Las cooperativas de crédito y las emisiones de acciones éticas han crecido a ritmos significativos, lo que muestra un interés creciente por parte de los inversores en activos que no solo generen retornos financieros, sino que también tengan un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.

cerca del 30% de los CEOs consideran que los compromisos ESG son difíciles de implementar y pueden afectar negativamente a los márgenes de la empresa en el corto plazo.

 

Para las empresas, la adopción de prácticas financieras alineadas con la sostenibilidad no solo mejora su reputación, sino que también les permite acceder a capital a largo plazo, captando inversores interesados en proyectos que generen un impacto positivo. Esto ofrece una oportunidad única para las empresas que buscan fortalecer su competitividad en un mercado que valora cada vez más la responsabilidad social y ambiental.

La paradoja del liderazgo empresarial: ¿Compromiso o ambigüedad?

Pese al crecimiento del mercado ético, algunos CEOs siguen viendo las iniciativas ESG como un desafío, no solo en términos operativos, sino también financieros.

Según The Visionary CEO’s Guide to Sustainability de Bain & Company, cerca del 30 % de los CEOs consideran que los compromisos ESG son difíciles de implementar y pueden afectar negativamente a los márgenes de la empresa en el corto plazo. Este enfoque conservador puede poner en peligro la conexión de las empresas con un mercado que está demandando más transparencia, ética y responsabilidad.

Sin embargo, los expertos sugieren que esta ambigüedad puede resolverse adoptando lo que se conoce como “pragmatismo visionario”. En lugar de hacer promesas grandilocuentes y difíciles de alcanzar, las empresas pueden centrarse en metas específicas, alcanzables y medibles.

Un ejemplo claro de esto sería el compromiso de reducir las emisiones en la cadena de suministro en un 25 %, en lugar de comprometerse a una neutralidad de carbono sin un plan concreto. Este enfoque es más efectivo y responde mejor a las expectativas de los consumidores, quienes valoran los avances tangibles sobre las promesas vagas y poco realistas.

La necesidad de una estrategia coherente para atraer a los consumidores éticos

Los datos muestran que el mercado ético no es monolítico; los consumidores tienen valores y prioridades diversas según el sector. Por ejemplo, en alimentos, los productos de Comercio Justo y orgánicos son altamente demandados, mientras que en moda y cosméticos, la sostenibilidad y la ética animal son factores clave. En 2022, las ventas de ropa de segunda mano crecieron un 49 %, lo que indica que los consumidores están dispuestos a pagar más por productos que reflejan sus valores.

Para conectar con estos consumidores, las empresas deben actuar con coherencia y claridad. En el ámbito de la sostenibilidad, no basta con hacer grandes promesas; las empresas deben centrar sus esfuerzos en un enfoque estructurado y realista que guíe sus acciones. Este enfoque se puede desglosar en cuatro pilares fundamentales:

Ser. La sostenibilidad comienza con una identidad ética clara. Las empresas deben estar comprometidas de manera genuina con prácticas responsables, actuando desde una base sólida de valores auténticos.

Hacer. Es crucial tomar medidas concretas y alcanzables. Las empresas deben implementar proyectos sostenibles que aborden desafíos específicos dentro de su cadena de valor y operación, con el objetivo de lograr un impacto tangible.

Parecer. La transparencia es clave. Comunicar de manera clara y honesta las acciones realizadas es fundamental para ganar la confianza del consumidor. Evitar el greenwashing es indispensable, pues los consumidores cada vez más exigen autenticidad.

Pertenecer. Las empresas deben ser parte activa de un movimiento más amplio hacia un futuro sostenible, integrando sus esfuerzos dentro de un contexto colectivo de responsabilidad.

La sostenibilidad como palanca competitiva

El liderazgo en sostenibilidad no significa abarcar todos los frentes, sino identificar las áreas en las que cada empresa puede contribuir de manera efectiva y sostenible. En un mundo donde el consumo ético está en ascenso, ser un líder no requiere grandes proclamaciones, sino un compromiso con prácticas responsables, reales y sostenibles.

El verdadero desafío es avanzar con coherencia hacia objetivos alcanzables, demostrando a los consumidores que la sostenibilidad no es solo una promesa, sino una práctica tangible.

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