La transición hacia una aviación más limpia y eficiente ha tomado un nuevo impulso en América Latina y el Caribe.
En Santo Domingo, capital de República Dominicana, la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) reúne a más de 150 representantes de 24 países en su conferencia «Combustible y Sostenibilidad», un espacio clave para analizar estrategias que permitan reducir la huella de carbono del sector aéreo mediante el uso de combustibles sostenibles (SAF) y otras energías alternativas.
Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.
El evento, que celebra su tercera edición, busca consolidar una visión regional coordinada para alcanzar los objetivos climáticos globales, en línea con los compromisos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Con la participación de autoridades, ejecutivos aeronáuticos y expertos en energía, el encuentro se perfila como una plataforma esencial para definir políticas y alianzas que aceleren la descarbonización del transporte aéreo.
El Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC), anfitrión del evento, destacó la importancia de esta conferencia como un paso adelante en la búsqueda de soluciones innovadoras. Igor Rodríguez Durán, director general del IDAC, subrayó que la región debe adoptar una «visión colectiva y ambiciosa» para reducir las emisiones de CO₂, un desafío que requiere tanto de avances tecnológicos como de marcos regulatorios adecuados.
«El uso de combustibles sostenibles para la aviación (SAF) y otras energías limpias no es una opción, sino una necesidad. Nuestra meta es clara: reducir las emisiones en al menos un 5% para 2030», afirmó Rodríguez Durán. Este objetivo, aunque modesto en comparación con las metas globales, representa un hito significativo para una industria que históricamente ha dependido de los combustibles fósiles.
Uno de los datos más reveladores de la conferencia fue aportado por José Ricardo Botelho, representante de Peter Cerdá, director ejecutivo de ALTA. Según Botelho, entre 2011 y 2023, las aerolíneas latinoamericanas y caribeñas lograron reducir en un 28% el consumo de combustible por cada 100 pasajeros-kilómetro recorrido (RPK). Este avance se debe, en gran medida, a tres factores clave:
Renovación de flotas. Las aerolíneas miembros de ALTA han reducido la edad promedio de sus aviones en un 18%, incorporando modelos más eficientes.
Mejoras operativas. Optimización de rutas, procedimientos de vuelo y gestión del tráfico aéreo.
Tecnología de punta. Los aviones de última generación consumen entre un 15% y 20% menos de combustible que sus predecesores.
A pesar de estos avances, Botelho recordó que América Latina y el Caribe contribuyen apenas con una fracción mínima a las emisiones globales de la aviación. En 2023, la industria aérea mundial emitió 867 millones de toneladas de CO₂, de las cuales solo el 2,6% correspondió a Brasil y México, los únicos países de la región que figuran entre los 25 mayores emisores del sector.
Uno de los temas centrales de la conferencia fue la producción y adopción de SAF, un tipo de combustible derivado de fuentes no fósiles, como aceites vegetales, residuos agrícolas o incluso hidrógeno verde. Aunque su uso aún es limitado, se perfila como la alternativa más viable para descarbonizar la aviación a mediano plazo.
Sin embargo, su implementación enfrenta retos considerables:
Escala de producción. Actualmente, el SAF representa menos del 0,1% del total de combustible de aviación consumido globalmente.
Costos elevados. Su precio puede ser entre dos y cinco veces mayor que el del queroseno convencional.
Infraestructura limitada. Solo unos pocos países cuentan con plantas de producción capaces de suministrar SAF en volúmenes significativos.
Ante este panorama, los expertos coinciden en que la colaboración entre gobiernos, aerolíneas y productores de energía será fundamental. ALTA ha propuesto incentivos fiscales, subsidios estratégicos y alianzas público-privadas para acelerar la transición.
Aunque el SAF es hoy la opción más prometedora, la conferencia también exploró otras alternativas, como:
Hidrógeno verde. Considerado una solución a largo plazo, especialmente para vuelos de corta y media distancia.
Electrificación.Aún en fase experimental, con prototipos de aviones eléctricos e híbridos en desarrollo.
Biocombustibles avanzado. Producidos a partir de algas o desechos orgánicos, con menor impacto ambiental.
Rodríguez Durán destacó que la diversificación energética será clave para garantizar que la región no dependa de una única tecnología. «No hay una bala de plata. El futuro de la aviación sostenible requerirá múltiples soluciones adaptadas a las realidades de cada país», afirmó.
La conferencia «Combustible y Sostenibilidad» deja en claro que América Latina y el Caribe están decididos a participar activamente en la transición ecológica de la aviación. Aunque la región no es un gran emisor, su compromiso con la eficiencia y las energías limpias podría posicionarla como un referente en innovación aeronáutica sostenible.
Los próximos años serán cruciales. Si los gobiernos y la industria logran alinear políticas, inversiones y desarrollo tecnológico, la visión de una aviación carbono-neutral podría dejar de ser una utopía para convertirse en una realidad alcanzable.
Mientras tanto, eventos como este refuerzan la idea de que el futuro de los cielos no solo debe ser más conectado, sino también más limpio. La carrera por la sostenibilidad ya despegó, y América Latina no quiere quedarse en tierra.
Te puede interesar: Latinoamérica invertirá más de US $20,000 millones en energías renovables
Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.