Todos los días, nos sentamos en reuniones donde alguien presenta un problema u oportunidad. La respuesta siempre es una versión de “¿qué vamos a hacer al respecto?” ¿Cuándo fue la última vez que alguien dijo, “cómo vamos a pensar al respecto”?
El Design thinking (pensamiento de diseño) es popular en estos días. Diseñamos productos, experiencias e incluso modelos de negocio. Sin embargo, aunque hemos asumido el design thinking, hemos fallado a la hora de diseñar nuestro pensamiento.
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Para diseñar nuestro pensamiento, debemos volvernos adeptos a trabajar con modelos mentales y a manejar estilos de pensamiento.
Los modelos mentales le dan forma al cómo vemos el mundo, hacemos distinciones y conectamos causa y efecto. Es difícil ver nuestros propios modelos mentales, pero podemos observar sus reflejos a través de nuestro lenguaje. Considere la forma en que pensamos y hablamos acerca de una organización: es un cuerpo cuando hablamos de una cabeza de departamento. Es una máquina cuando hablamos acerca de alto desempeño, y es una especie cuando hablamos de ecosistemas.
Una vez que vemos los modelos mentales que ya existen, podemos empezar a diseñar modelos nuevos. El diseño del pensamiento se trata principalmente acerca de cómo pensamos como individuos y de lo que sucede dentro de nuestras cabezas. Sin embargo, también tenemos que diseñar el cómo pensamos en equipo.
Normalmente pensamos acerca de construir equipos con base en lo que hacen las personas. Es un modelo mental que proviene de los equipos deportivos: ponemos a todos en la posición adecuada. Sin embargo, también podemos diseñar equipos con base en la forma en que piensan las personas.
El primer paso es comprender qué clase de pensador es usted. He aquí algunos modos de pensamiento a considerar, que delinee en un artículo previo:
— El pensamiento “explorador” se trata de generar ideas creativas.
— El pensamiento “planeador” se trata de diseñar sistemas efectivos.
— El pensamiento “energizante” se trata de movilizar a las personas para la acción.
— El pensamiento “conector” se trata de construir y fortalecer relaciones.
— El pensamiento “experto” se trata de alcanzar objetividad y perspectiva.
— El pensamiento “optimizador” se trata de mejorar la productividad y la eficiencia.
— El pensamiento “productor” se trata de alcanzar impulso y completar las cosas.
— El pensamiento “instructor” se trata de cultivar personas y potencial.
A continuación, identifique cómo piensan todos los demás en su equipo. Como una alternativa al modelo de equipos deportivos, piense en el suyo como un portafolio de estilos de pensamiento. Del mismo modo de que usted construye un portafolio de inversiones diferente para distintos objetivos de inversión, querrá construir su portafolio de pensamientos de manera diferente, dependiendo de los objetivos de su equipo.
El líder es responsable de crear la mezcla correcta de estilos de pensamiento. A continuación, como un director de orquesta, el líder elige qué estilo de pensamiento da un paso al frente en cada punto para llevar el ritmo.
En estos tiempos de rápidos cambios, no es suficiente hacer cosas nuevas. Tenemos que pensar de nuevas formas. Podemos comenzar al volvernos conscientes de nuestros modelos mentales, entender los estilos de pensamiento y dirigir a nuestros equipos como orquestas de pensadores diversos y complementarios.
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