El banco británico Barclays ha tomado una decisión trascendental: dejará de financiar proyectos y empresas de petróleo y gas en la región. Este anuncio se suma a una creciente tendencia entre los bancos, que están restringiendo el flujo de dinero hacia un sector que tiene un impacto significativo en la destrucción de la Amazonía y el cambio climático.
La decisión de Barclays llega después de años de intensa presión por parte de grupos de la sociedad civil y líderes indígenas amazónicos. Estos grupos han unido fuerzas para detener los flujos financieros que están empujando a la selva tropical hacia un punto sin retorno. Barclays, que actualmente ocupa el puesto 61 en la base de datos de bancos de Stand.earth, ha sido objeto de investigación por su financiamiento a empresas vinculadas a la extracción de petróleo y gas en la selva amazónica.
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Aunque el banco ha registrado solo una transacción directa con Ecopetrol por un monto de 12,750,000 dólares, es importante señalar que su política no cubre el financiamiento al comercio de petróleo. Además, tiene relaciones financieras con empresas petroleras como Shell, Vitol, PTT y Trafigura, que operan en la Amazonía y han estado involucradas en escándalos de corrupción.
Desde que Stand.earth lanzó la plataforma para “Abandonar el petróleo y gas amazónicos”, varios bancos importantes como BNP Paribas, Natixis, ING y Credit Suisse se han comprometido a poner fin al financiamiento del comercio de petróleo procedente de los puertos de Ecuador y Perú.
Esta decisión afecta significativamente el flujo de crudo desde la Amazonía hacia California, el mayor consumidor mundial de petróleo amazónico.
La política adoptada por Barclays sigue los pasos del banco británico HSBC, que fue el primero en excluir el petróleo y gas en toda la Amazonía en 2022. Este movimiento envía una señal importante a otros bancos con una gran influencia en la región, como JPMorgan Chase, Citi, Bank of America, Santander, Itaú, Goldman Sachs y Bradesco.
Es crucial que estos bancos reconozcan el riesgo que representa la extracción de petróleo y gas para la Amazonía y las comunidades indígenas, así como su responsabilidad de proteger la biodiversidad y los derechos humanos.
Barclays no solo ha anunciado el cese de la financiación para nuevos proyectos de petróleo y gas, sino que también ha establecido requisitos más rigurosos de emisiones para todos sus clientes del sector energético, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover prácticas más sostenibles en la industria.
Entre los puntos destacados de estas nuevas políticas se encuentra la exigencia de que todos los clientes de petróleo y gas presenten planes para poner fin al desfogue y la quema no esencial para el año 2030. Estas prácticas son conocidas como fuentes importantes de emisiones de metano a nivel mundial y contribuyen significativamente al cambio climático.
Según la Agencia Internacional de Energía, eliminar estas prácticas puede lograrse a un costo neto bajo o incluso nulo para las grandes empresas del sector.
Además, otro requisito fundamental será que los clientes energéticos presenten objetivos de emisiones actualizados para todas las emisiones de Alcance 1 (directas) y Alcance 2 (relacionadas con la energía) para enero de 2026. Esto significa que las empresas deberán establecer metas específicas para reducir las emisiones en todas sus operaciones directas y en las relacionadas con el uso de energía.
A pesar de los avances anunciados por Barclays en su política de financiamiento sostenible, algunas organizaciones, como ShareAction, han expresado inquietudes sobre el enfoque adoptado por el banco. Según esta organización la exclusión de los requisitos de reducción de emisiones de Alcance 3 (indirectas) constituye una laguna significativa en la estrategia de Barclays.
Para la mayoría de las compañías de combustibles fósiles, la quema final de combustibles, categorizada como Alcance 3, representa la mayor parte de su huella de emisiones. Además, ShareAction destaca que, en términos técnicos, Barclays todavía podría proporcionar financiamiento indirecto para la expansión de petróleo y gas.
Kelly Shields, gerente de campaña de ShareAction, ha compartido su perspectiva al respecto. Si bien reconoce que es un paso positivo que Barclays esté solicitando planes de descarbonización a sus clientes del sector de petróleo y gas, Shields subraya que la verdadera efectividad de esta política radica en exigir a las empresas que dejen de participar en actividades que agravan la crisis climática, como la exploración de petróleo y gas.
En palabras de Shields: “La intención de Barclays de solicitar planes de descarbonización a sus clientes de petróleo y gas es la correcta. Pero para que tenga fuerza, el banco debe exigir a sus clientes que dejen de participar en actividades que aumentan la crisis climática, como la exploración de petróleo y gas”.
Si bien es alentador ver a Barclays tomar medidas hacia la descarbonización, estas críticas destacan la necesidad de una mayor transparencia y rigor en el enfoque del banco hacia la mitigación del cambio climático.
Artículo publicado en la edición de abril de Revista Mercado
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