RD apuesta por las tierras raras en medio de guerra comercial - Revista Mercado
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RD apuesta por las tierras raras en medio de guerra comercial

Por | abril 23, 2025

Tierras raras República Dominicana.

En medio del reordenamiento geopolítico que sacude la economía mundial, República Dominicana comienza a posicionarse como un posible proveedor clave de tierras raras, un grupo de elementos esenciales para la fabricación de componentes electrónicos, baterías, turbinas eólicas y otras tecnologías de punta. Estas materias primas, aunque abundantes en la naturaleza, son difíciles de procesar y concentrar, lo que las convierte en recursos estratégicos. 

Justamente en este contexto de tensión comercial, Estados Unidos ha intensificado su búsqueda de aliados para diversificar su dependencia de países como China, que hasta ahora domina el mercado de estos minerales. La administración estadounidense, en un esfuerzo por asegurar el suministro de materiales críticos, ha puesto atención en los yacimientos identificados en América Latina, y República Dominicana ha comenzado a figurar en ese radar. 

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Según declaraciones del presidente dominicano, Luis Abinader, el país podría contar con una reserva de hasta 100 millones de toneladas de tierras raras, aunque los datos definitivos se conocerán en los próximos meses, una vez concluyan las evaluaciones técnicas en curso. 

Una oportunidad geográfica y geopolítica 

Para el ingeniero químico Ramón Alburquerque, una de las voces más autorizadas en el tema, las tierras raras representan “una enorme esperanza” para el país. A su juicio, la ubicación geográfica privilegiada de República Dominicana, en plena Cuenca del Atlántico y a escasa distancia de Estados Unidos, representa un factor determinante. “De confirmarse la magnitud de las reservas, podríamos abastecer gran parte del hemisferio occidental”, afirmó en declaraciones a la agencia EFE. 

En este escenario, la posibilidad de atraer inversiones extranjeras se vuelve tangible. Empresas vinculadas a la fabricación de microchips, motores eléctricos o equipos médicos podrían establecerse en el país, generando empleo, transferencia tecnológica y un nuevo capítulo para la economía dominicana. 

China, hasta ahora, ha mantenido un férreo dominio en la refinación y manufactura de tierras raras. Datos recientes indican que entre el 85 % y el 90 % del refinado mundial se concentra en su territorio, y que el 92 % de la fabricación de imanes basados en estos elementos también está bajo su control. Romper esa hegemonía requiere nuevas alianzas estratégicas, y República Dominicana podría convertirse en una de ellas. 

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Apoyo estadounidense y primeras exploraciones 

La atención de Estados Unidos no es casual. En febrero pasado, el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio visitó República Dominicana y expresó su interés por los yacimientos encontrados, subrayando que prefiere que estén en manos de “un país amigo y no de uno que está al otro lado del planeta”. 

Durante esa visita, el presidente Abinader reiteró que el mercado natural para estos minerales es Estados Unidos, y que es clave contar con asesoría técnica estadounidense para garantizar que su explotación sea eficiente, sostenible y económicamente viable. 

En paralelo, se han venido realizando estudios exploratorios en la región suroeste del país, específicamente en Pedernales, en la llamada Reserva Fiscal Minera de Ávila. Esta zona fue declarada de interés estratégico en 2018 y desde hace 18 meses se lleva a cabo una fase de reconocimiento y caracterización de los minerales presentes. 

En las primeras etapas se contó con la colaboración de la Universidad de Barcelona, y en fases más avanzadas, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos fue contratado para participar en la evaluación de los yacimientos. Esta alianza técnica refleja el nivel de prioridad que tiene el proyecto en la agenda bilateral. 

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Expectativas sociales y económicas en el sur profundo 

Más allá de los intereses geoestratégicos, el potencial de las tierras raras ha comenzado a generar esperanza en las comunidades locales. En Las Mercedes, una localidad rural de Pedernales, el agricultor José Manuel Pérez explicó a EFE que los trabajos de exploración ya se hacen sentir. “Desde hace dos o tres años hemos visto trabajadores haciendo excavaciones y llevándose muestras para la capital”, dijo. 

Aunque admite que no sabe si en sus tierras hay minerales, considera que la construcción de carreteras, la mejora de la infraestructura y el dinamismo económico ya son beneficios concretos para su comunidad. “A todos nos conviene que esto avance”, señaló. 

En paralelo, las autoridades han destacado que la valorización de las tierras raras puede oscilar entre 50 y 750 dólares por kilo, dependiendo de su pureza y composición, lo que confirma el potencial de ingresos fiscales para el Estado dominicano. 

Para canalizar esta oportunidad, en agosto del año pasado se creó la Empresa Minera Dominicana, S.A. (Emidom), una entidad estatal que será la encargada de administrar, explorar y eventualmente explotar los recursos estratégicos del país. El enfoque inicial estará centrado en las tierras raras, aunque su mandato es más amplio. 

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El futuro de un recurso estratégico 

El desarrollo de las tierras raras podría marcar un antes y un después para República Dominicana. Más allá de su impacto económico, representa una oportunidad para redefinir su papel en el comercio internacional y en la cadena global de suministros tecnológicos. 

Mientras el mundo busca alternativas al dominio asiático en materiales críticos, el país caribeño tiene en sus manos una carta estratégica, con el potencial de transformar su matriz productiva y consolidar alianzas de largo plazo con potencias como Estados Unidos. 

El desafío ahora es actuar con visión, cautela y planificación. La riqueza bajo tierra debe ir acompañada de transparencia, sostenibilidad y compromiso social. Solo así las tierras raras podrán convertirse en un verdadero motor de desarrollo para toda la nación. 

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