La población latina ha emergido como un factor crucial en la política de Estados Unidos. A medida que la proporción de votantes latinos continúa aumentando, su influencia en las elecciones federales y estatales ha dejado de ser una mera expectativa para convertirse en una realidad determinante.
Estados Unidos es una nación multiétnica, donde el 60 % de la población es de tez clara y el restante 40 % proviene de diversas mezclas étnicas. Dentro de este último grupo, la población latina representa aproximadamente el 18.5 % del total. En términos de electorado, se estima que los latinos conforman alrededor del 15 % de los votantes elegibles en 2024, un aumento significativo en comparación con el 12 % registrado en las elecciones de 2020.
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Este crecimiento no es solo en números, sino también en términos de influencia política. La concentración de votantes latinos es especialmente notable en estados clave como California, Texas, Arizona, Florida y Nevada, donde su participación puede inclinar la balanza en elecciones reñidas.
Es un error pensar en el voto latino como un bloque uniforme. La comunidad hispana es diversa, y su comportamiento electoral varía en función de varios factores.
Los hispanos en Estados Unidos provienen de diferentes naciones latinoamericanas, y esto influye en sus preferencias políticas. Por ejemplo, los cubanoamericanos, concentrados principalmente en Florida, históricamente han mostrado mayor inclinación hacia el Partido Republicano. En contraste, los mexicanos y puertorriqueños suelen favorecer al Partido Demócrata.
Las generaciones de inmigrantes más jóvenes, nacidas o criadas en Estados Unidos, tienden a diferir en sus preferencias políticas respecto a sus padres o abuelos inmigrantes. Mientras los inmigrantes más recientes pueden priorizar temas de inmigración, las generaciones más jóvenes suelen interesarse en asuntos de justicia social, derechos civiles, educación y cambio climático.
El lugar de residencia también influye en las tendencias de voto. Por ejemplo, los latinos en estados del suroeste como Arizona y Texas tienen patrones electorales que pueden diferir significativamente de aquellos en estados del noreste o del medio oeste.
Históricamente, la mayoría de los votantes hispanos se ha inclinado hacia el Partido Demócrata, aunque esta tendencia ha comenzado a mostrar variaciones. En 2020, el 61 % de los votantes latinos apoyó al demócrata Joe Biden, mientras que el 36 % respaldó al republicano Donald Trump. Sin embargo, en las elecciones intermedias de 2022, el apoyo al Partido Demócrata entre los latinos disminuyó al 60%, mientras que el Partido Republicano incrementó su cuota al 40%.
Entre los temas prioritarios para la comunidad hispana se destacan:
Economía y empleo. La estabilidad económica y las oportunidades laborales son, en general, las principales preocupaciones para los votantes hispanos.
Inmigración. Aunque la importancia de este tema puede variar, sigue siendo un aspecto relevante, especialmente entre los inmigrantes recientes y sus familias.
Educación y atención médica. Las políticas que promuevan el acceso a una educación de calidad y atención médica asequible tienen un peso considerable en las decisiones electorales.
Cambio climático. Un 81 % de los hispanos considera que el cambio climático es un tema importante, lo que refleja una creciente preocupación por el medio ambiente.
La participación electoral entre los latinos ha sido tradicionalmente más baja que la de otros grupos étnicos, lo que limita su influencia potencial. Sin embargo, en las elecciones de 2020, la participación de votantes hispanos alcanzó el 53.7 %, un aumento significativo respecto al 48 % registrado en 2016. Este incremento ha incentivado a partidos y organizaciones a desarrollar estrategias dirigidas a aumentar la movilización hispana en futuros procesos electorales.
Una barrera constante es la desinformación dirigida a los votantes latinos, que a menudo enfrentan campañas engañosas diseñadas para influir en su decisión de voto. A medida que las campañas políticas reconocen la importancia del electorado hispano, también han comenzado a implementarse iniciativas para combatir la desinformación en redes sociales y medios tradicionales.
La influencia del voto latino es particularmente significativa en estados de tendencia electoral incierta, donde la concentración de latinos puede ser decisiva:
Ambos partidos políticos han intensificado sus esfuerzos para captar el voto hispano. Las campañas en español y las estrategias de comunicación que abordan temas específicos de interés para los latinos son cada vez más comunes. La designación de Kamala Harris como candidata a la vicepresidencia en 2020, por ejemplo, marcó un aumento del 200 % en el registro de votantes hispanos, en gran medida mujeres, lo que resalta el impacto de las figuras políticas en la movilización de este electorado.
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