El precio del café ha alcanzado nuevos máximos, generando incertidumbre en los mercados globales. A pesar de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló una posible imposición arancelaria a Colombia, el café continúa encareciéndose.
La amenaza inicial de un arancel del 25% sobre las importaciones colombianas generó nerviosismo en la industria, elevando los precios de los futuros del café. Aunque el arancel nunca entró en vigor, el impacto fue inmediato en los mercados financieros.
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Sin embargo, este no es el único factor detrás del alza. La combinación de problemas climáticos, interrupciones en la cadena de suministro y una demanda creciente han mantenido el precio del café en niveles elevados desde hace más de una década.
En este artículo, analizamos las razones detrás del aumento del precio del café y qué esperar en los próximos meses.
El pasado lunes, el precio del café registró un nuevo máximo después de que Trump amenazara con imponer un arancel a Colombia en el marco de una disputa diplomática sobre vuelos de deportación.
Tras el anuncio, los contratos de futuros del café arábico subieron de US$ 3,48 a US$ 3,49 por libra en la Bolsa Intercontinental. Para el martes, el precio había escalado aún más, llegando a US$ 3,53 por libra, lo que representa un incremento del 1,7% en solo unos días.
Este aumento refleja la sensibilidad del mercado ante cualquier incertidumbre política o comercial. De acuerdo con CNN Dan Gardner, presidente de Trade Facilitators, afirmó que los aranceles pueden generar volatilidad en los mercados, incluso si nunca se aplican.
«Cuando el presidente Trump hace amenazas sobre aranceles, introduce incertidumbre en el comercio global, lo que genera reacciones inmediatas en los precios», explicó Gardner.
Pero, ¿es realmente Trump el principal responsable del alza en los precios del café? La respuesta es más compleja.
Si bien la amenaza arancelaria generó un impacto inmediato, los precios del café ya venían en alza desde hace meses. En diciembre, el café arábico registró un aumento del 13%, acumulando un incremento interanual del 60%, según datos del Banco Mundial.
Este crecimiento sostenido responde a múltiples factores:
Brasil y Colombia, dos de los principales productores de café en el mundo, han enfrentado condiciones climáticas adversas en los últimos años.
El fenómeno de La Niña ha causado sequías y lluvias irregulares en América Latina, afectando la calidad y cantidad de las cosechas. Como resultado, la oferta ha disminuido mientras la demanda sigue en aumento.
En 2023, la producción de café en Colombia disminuyó un 8%, afectando las exportaciones. En Brasil, el mayor productor mundial, los problemas climáticos también han reducido la producción, lo que impacta los precios globales.
Mientras la oferta se contrae, el consumo de café sigue en aumento, especialmente en mercados como Estados Unidos y Europa.
De acuerdo con datos comerciales de la Oficina del Censo de EE.UU., el país importó café y productos derivados por un valor de US$ 9.000 millones en 2024.
Colombia fue el segundo mayor exportador de café a Estados Unidos, con envíos por US$ 1.400 millones hasta noviembre. Solo Brasil superó esa cifra.
Este crecimiento en la demanda ha generado una mayor presión en los precios, haciendo que los consumidores enfrenten costos más altos en cafeterías y supermercados.
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Marcas como Starbucks, Nestlé y Keurig compran grandes volúmenes de café con precios fijados con anticipación. Esto significa que los consumidores no sienten de inmediato el impacto de las fluctuaciones del mercado.
Sin embargo, si la tendencia alcista continúa, estas empresas eventualmente trasladarán los costos a los consumidores finales.
Tyler Schipper, economista de la Universidad de St. Thomas, advierte que los precios mayoristas impactarán el costo del café en supermercados.
«Es cuestión de tiempo antes de que los consumidores sientan el impacto en el precio del café que compran diariamente», explicó.
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Las proyecciones indican que los precios del café seguirán en niveles elevados durante los próximos meses.
A pesar de una ligera mejora en la oferta, la demanda global continúa superando la producción. Ryan Delany, analista jefe de Coffee Trading Academy, señala que la situación podría empeorar antes de estabilizarse.
«El mercado no ha tenido un respiro. La oferta ha mejorado, pero aún no es suficiente para cubrir la demanda. La tendencia alcista se mantendrá», aseguró Delany.
Además, la incertidumbre geopolítica podría seguir generando volatilidad. Si Trump vuelve a amenazar con nuevos aranceles, los mercados reaccionarán de inmediato, impulsando aún más los precios.
Por otro lado, los costos de producción también han aumentado. El encarecimiento de fertilizantes, el alza en los costos de transporte y la crisis logística global han sumado presión sobre los productores.
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Para los consumidores, el aumento en el precio del café ya es una realidad.
En varios países, los supermercados han comenzado a reflejar los aumentos en los productos finales. En República Dominicana, donde el café es parte esencial del día a día, los precios han mostrado incrementos en las principales cadenas de supermercados.
Si la tendencia sigue, los consumidores deberán prepararse para pagar más por su café matutino, tanto en supermercados como en cafeterías.
Mientras tanto, el mercado sigue atento a la evolución de la oferta y la demanda. Sin importar si las amenazas de aranceles se concretan o no, los factores estructurales sugieren que el precio del café seguirá en alza en el corto y mediano plazo.
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