Los valores son los principios que guían las acciones, moldean la cultura organizacional y definen quién es la empresa. Estos influyen en las decisiones estratégicas y operativas y, junto a la historia y los principios del fundador, guían las decisiones clave, creando un sentido de continuidad y propósito. En un mundo empresarial en constante cambio, la importancia de los valores se vuelve aún más evidente, pues brindan una brújula que orienta a la organización a lo largo del tiempo, especialmente en momentos de incertidumbre.
En este contexto, se destaca la importancia de los asesores, quienes aportan una perspectiva externa y objetiva que es crucial para la formulación de estrategias efectivas. Estos profesionales facilitan la planificación sucesoria y el cumplimiento de los valores, un aspecto crítico en la continuidad del negocio familiar. La experiencia de un asesor, como la del destacado Head Hunter internacional Jaime Ozores,es vital para guiar a las empresas familiares a reconocer y abordar sus debilidades en la transmisión de liderazgo y legado.
Ozores explica que «la planificación sucesoria no es solo un proceso administrativo, sino un viaje emocional que involucra a toda la familia empresaria«. Este enfoque ayuda a asegurar que los valores y la misión de la empresa se mantengan a lo largo de las generaciones, fomentando una cultura de cohesión y propósito compartido.
Para profundizar en la importancia de los valores en la empresa familiar, contamos con la presencia de Jaime Ozores. Él es socio director de Odgers Berndtson en España y cuenta con más de 20 años de experiencia en la búsqueda, evaluación, formación y desarrollo del talento directivo. Ha trabajado con numerosas empresas familiares en sus procesos de expansión e internacionalización.
Ozores ha sido autor y colaborador habitual en medios de comunicación y escuelas de negocio, compartiendo su vasta experiencia en liderazgo y empresas familiares. “Yo mismo soy parte de una familia empresaria, así que comprendo de primera mano el impacto profundo que los valores familiares tienen en la vida de una empresa”, dice Ozores.
Uno de los temas candentes en el ámbito empresarial es el fenómeno de la sucesión. Ozores enfatiza que esta es una de las principales causas de mortalidad en las empresas familiares. Afirma que “el principal motivo de mortalidad de las empresas familiares es la sucesión y la profesionalización”. Las estadísticas son alarmantes: la tasa de supervivencia de las empresas familiares al pasar de la primera a la segunda generación es del 30%, y al avanzar a la tercera disminuye a entre 10 y 15%. Esto subraya la necesidad de una planificación adecuada y el desarrollo de futuros líderes dentro de la familia.
«El 22% de directivos y directivas han optado por renunciar a su puesto de trabajo debido a la ‘gran renuncia’.»
Un dato notable que Ozores presenta es que “el 22% de directivos y directivas han optado por renunciar a su puesto de trabajo” debido a la «gran renuncia», un fenómeno que se acentuó durante la pandemia. Esto refleja un cambio en las prioridades de los profesionales, quienes valoran aspectos de la vida que a menudo son pasados por alto en el entorno corporativo.
Para las empresas familiares, esto presenta un reto significativo: la necesidad de atraer y retener talento en un contexto en el que los valores, la autenticidad y la calidad de vida son cada vez más apreciados. La respuesta a esto requiere no solo una propuesta de valor clara, sino también una cultura que fomente el desarrollo personal y profesional.
El liderazgo basado en valores es un eje central en la propuesta que Jaime Ozores presenta. “Los buenos líderes son aquellos que tienen la habilidad de atraer y retener el mejor talento”, y esta capacidad se fundamenta en la gestión de los valores empresariales. Autenticidad, honestidad y resiliencia emergen como valores fundamentales dentro de la cultura organizacional de las empresas familiares.
La necesidad de un liderazgo auténtico y alineado con los valores familiares se vuelve imperativa en un entorno donde las expectativas de los empleados están cambiando. Ozores menciona que “I”.
Finalmente, Ozores propone una serie de estrategias y competencias que los líderes de empresas familiares deben desarrollar para mantenerse competitivos. La capacidad de adaptación, resiliencia, inteligencia emocional y habilidades para gestionar el cambio son ahora más importantes que nunca. “Las empresas familiares deben permanecer flexibles, dispuestas a aprender y adaptarse a los cambios en el mercado y la sociedad”, recalca.
Esta necesidad de transformación se traduce en el desarrollo de líderes que no solo se enfoquen en los objetivos a corto plazo, sino que también vislumbren el futuro. Las empresas deben ser sostenibles no solo en términos económicos, sino también en aspectos sociales y ambientales, creando un impacto positivo en la comunidad en la que operan.
A medida que las empresas familiares navegan por los retos del presente y del futuro, los valores fundamentales se presentan como los pilares esenciales sobre los cuales se sostiene la identidad y la continuidad organizacional. Fomentar una cultura centrada en estos valores, apoyar la sucesión y atraer el talento adecuado serán determinantes para la supervivencia y el éxito de las empresas familiares en este nuevo mundo laboral.
Descubra nuestro canal de Youtube y visualice todo el contenido audiovisual exclusivo
Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.