Los departamentos de Recursos Humanos están obligados a mantenerse siempre en la vanguardia de los cambios tecnológicos y metodológicos para gestionar con eficiencia todo el ciclo de vida del empleado. Algunas tendencias han estado en curso desde hace un tiempo, pero los desarrollos recientes las han acelerado.
Toma nota de estas seis claves que marcarán el horizonte próximo de los recursos humanos en las organizaciones:
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Los líderes de recursos humanos se han dado cuenta de que las políticas únicas ya no funcionan y que confiar en los empleados para que decidan dónde, cuándo y cómo se realiza el trabajo podría ser el camino a seguir para aumentar la productividad, fomentar el bienestar y consolidar la retención del talento.
Los gerentes de contratación consideran que las habilidades blandas tienen más peso en el proceso de contratación que en años anteriores. Por ejemplo la empatía, la inteligencia emocional, la atención plena, la adaptabilidad, la automotivación y la resiliencia.
Estos valores están ganando terreno en comparación con las habilidades de la fuerza laboral, como las capacidades técnicas.
Las empresas reconocen cada vez más la importancia de brindar una experiencia positiva a sus empleados. Esto implica crear un entorno de trabajo saludable, ofrecer oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional, promover la conciliación entre el trabajo y la vida personal, y fomentar la colaboración y el trabajo en equipo en la compañía.
Tras los cambios organizativos que han permitido el impulso del trabajo híbrido, la cultura empresarial también deberá modernizarse.
Los trabajadores, especialmente aquellos de las generaciones más jóvenes, son cada vez más conscientes de las cuestiones éticas y de sostenibilidad. Por ello, esperan que la empresa se posicione en cuanto a los temas más relevantes y les transmita la seguridad que necesitan.
Las compañías que mejor cuiden este aspecto, alineándose con los valores y las preocupaciones de las nuevas generaciones, conseguirán una ventaja competitiva en cuanto a atracción y retención de talento. Y, por tanto, serán más productivas e innovadoras.
La diversidad y la inclusión serán fundamentales en la gestión de recursos humanos. Las organizaciones se esforzarán por crear entornos inclusivos donde todos los empleados se sientan valorados y respetados, independientemente de su origen étnico, género, edad, orientación sexual, etc.
La capacitación y el desarrollo de habilidades serán cruciales para mantener a los empleados comprometidos y preparados para los desafíos futuros. Las empresas invertirán en programas de aprendizaje continuo y promoverán una cultura de desarrollo personal y profesional.
Por otro lado, las compañías establecerán objetivos claros y medibles y evaluarán el desempeño de los empleados en función de los logros y contribuciones hacia esos objetivos.
Artículo publicado en la edición de agosto de revista Mercado
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