El impacto positivo de los inmigrantes en la economía de EEUU

Por revistamercado | enero 12, 2021

AHORA QUE finalmente, la Administración Trump cede la plaza y que su política de rechazo al inmigrante va a dar paso a una visión migratoria más conciliadora y humana, es hora de hacer un balance objetivo del aporte de esta categoría demográfica a la economía. Los economistas concuerdan: la reacción política contra la in- migración no es económicamente racional y la evidencia señala a la inmigración como un claro beneficio para USA.

Cuando en 2018 Trump se preguntaba por qué EE. UU. recibía tantos trabajadores de “países de mierda” y no “más gente de Noruega”, era difícil no recordar la primera ley estadounidense de inmigración que ya en el siglo XVIII bus- caba “personas blancas de buen carácter” o la que en 1924 prohibió la entrada a los asiáticos y restringió enorme- mente, por ejemplo, la de los españoles. Durante aquellos debates, un congresista nacido precisamente en Noruega lo justificó diciendo que España era “una olla hirviendo de anarquismo”.

“Vienen a robarnos el trabajo, a delinquir, no se adaptan, abusan de los servicios públicos, no quieren aprender el idioma, es una invasión”. una serie de mitos que esconden fake news económicos, como veremos.

El número de personas viviendo en EE.UU. que nacieron en el extranjero, ha subido alrededor de un 3 %, de 43.7 millones el año anterior a la elección de Trump a unos 45 millones el año 2019: Los datos económicos demuestran una y otra vez que esta masa poblacional, contrariamente a lo inoculado por la Casa Blanca a la opinión pública, ha trabajado más duro que nadie.

Un análisis comisionado por la BBC en 2018 a expertos del Hamilton Project y la Institución Brookings dejó claro que los inmigrantes contribuyen directamente al crecimiento económico.

Dentro del estudio se menciona que otorgar la ciudadanía a muchos inmigrantes no autorizados y permitir la inmigración elevaría el crecimiento del producto interno bruto (PIB) en un 0.33 % en la próxima década, de acuerdo a la Oficina de Presupuesto del Congreso de EE.UU.