Lo que Coco Chanel puede enseñarte sobre liderazgo

La mente detrás del perfume: lo que Coco Chanel puede enseñarte sobre liderazgo

Por | abril 7, 2025

En una era en la que la moda era dominio exclusivo de hombres y las mujeres estaban relegadas a las sombras del hogar, Gabrielle “Coco” Chanel no sólo se atrevió a entrar al salón, sino que lo rediseñó por completo. Lo que comenzó como un taller de sombreros se convirtió en un emporio con visión global, sostenido por una filosofía empresarial que sigue siendo estudiada, replicada e incluso codiciada por muchas emprendedoras del siglo XXI.

Pero más allá de la icónica camelia, el tweed o el mítico Chanel Nº5, Chanel dejó una hoja de ruta para las mujeres de negocios: cómo transformar la autenticidad en una ventaja competitiva, el estilo en posicionamiento de marca, y la incomodidad del statu quo en una oportunidad para innovar.

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Romper moldes como modelo de negocio

Nacida en la pobreza y marcada por una infancia de orfanato, Chanel es el epítome del emprendimiento resiliente. A fuerza de intuición, observación y rebeldía, comprendió que la moda podía ser más que una expresión estética: podía ser una declaración de independencia.

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Mientras la Belle Époque idealizaba siluetas encorsetadas, Chanel impuso líneas limpias, tejidos cómodos y una estética funcional. No buscaba “vestir a las mujeres” sino liberarlas, y entendía como pocas que la elegancia no reside en lo ostentoso sino en lo atemporal. Ese enfoque minimalista, que muchos consideran hoy el corazón del «lujo silencioso», fue entonces un acto revolucionario.

Lecciones empresariales con sello Chanel

1. Ser diferente es tu mayor activo

“La única forma de ser irremplazable es ser diferente”, decía Chanel. En el mundo de los negocios, donde la replicación es la norma y el benchmarking un hábito, Chanel apostó por la disrupción como norma. No le preocupaba que la copiaran —lo consideraba un elogio—, sino pasar desapercibida. En una era donde las marcas luchan por atención, esta perspectiva sigue siendo oro puro.

2. La innovación no siempre requiere inventar desde cero, según Coco Chanel

Chanel no creó el vestido negro ni el pantalón femenino, pero los reinventó con una propuesta de valor clara: comodidad con sofisticación. Aplicó esta lógica al diseño del zapato bicolor en 1957: puntera negra, cuerpo beige, tacón bajo. Un diseño inteligente, favorecedor, cómodo y, sobre todo, funcional. Su filosofía empresarial se resume en una frase que aún resuena en las escuelas de negocios: “el lujo debe ser cómodo, de lo contrario no es lujo”.

3. Posicionamiento: del logo al legado

El Chanel Nº5 no fue solo un perfume: fue el primer producto en su categoría en llevar el nombre de una diseñadora. En términos actuales, Chanel entendía la arquitectura de marca y el poder del branding personal. Cada elemento —el frasco, el nombre, la campaña— estaba diseñado para contar una historia. Hoy, la narrativa es uno de los activos más valiosos para una empresa; Chanel lo intuyó hace un siglo.

4. Liderar con autenticidad

Chanel no necesitó seguir el manual masculino del liderazgo. En su lugar, escribió el suyo. Rechazó la dependencia del “qué dirán”, cultivó su visión en soledad creativa y defendió la libertad como valor innegociable. «La belleza comienza con la decisión de ser uno mismo», declaró, adelantándose décadas a la conversación sobre liderazgo con propósito y marca personal.

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5. Adaptarse o morir: la reinvención como estrategia

Tras años de retiro y una reputación empañada por sus vínculos durante la Segunda Guerra Mundial, Chanel reapareció en escena a los 71 años. Contra todo pronóstico, resucitó su maison con los códigos que siempre la definieron. En Francia fue criticada, en Estados Unidos celebrada. El mercado cambió, pero ella no cambió su visión. Esa coherencia —en tiempos de volatilidad— le valió un segundo acto glorioso.

Coco Chanel, CEO avant la lettre

Si Chanel viviera hoy, sería CEO, fundadora y directora creativa de su propia firma. Tendría millones de seguidores, probablemente una columna de opinión, y sería entrevistada por Bloomberg, Business of Fashion y The Cut no por su “look”, sino por su visión de negocio.

Y es que más allá del tweed, Chanel fue una estratega. Usó su experiencia personal para anticiparse a las necesidades de un nuevo tipo de mujer —moderna, urbana, independiente— y convirtió su intuición en una fórmula comercial sostenible. Desde el diseño de productos hasta el control de su narrativa, su modelo anticipó tendencias que hoy son canon: experiencia de marca, identidad visual coherente, valor emocional del producto.

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El legado como estrategia de continuidad

Coco Chanel murió en 1971, pero su visión permanece intacta. El traje de dos piezas, el bolso 2.55, el zapato bicolor o el perfume Nº5 siguen siendo best sellers. Más aún: cada colección actual rinde tributo a sus códigos. Pocas marcas en el mundo han logrado lo que Chanel hizo: convertir a una diseñadora en una institución.

Su historia no es solo inspiración; es una guía para mujeres en negocios: cómo construir algo propio sin renunciar a tu esencia, cómo usar la adversidad como palanca de crecimiento, y cómo desafiar las reglas hasta que las reescribas a tu medida.

Chanel no sólo cambió la forma en que vestimos. Cambió, también, la forma en que soñamos con liderar.

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