Ellen MacArthur, nacida el 8 de julio de 1976 en Whatstandwell, Derbyshire, Inglaterra, es una de las navegantes más destacadas de la historia y una de las figuras clave en la transición hacia una economía circular. Su legado va más allá de los récords marítimos; su visión ha impactado la manera en que las empresas, gobiernos y ciudadanos entienden la sostenibilidad. En 2024, su trabajo ha sido reconocido con el prestigioso Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional, consolidándola como una de las líderes más influyentes en la lucha por un futuro más sostenible.
Desde muy joven, MacArthur sintió fascinación por el mar y la aventura. A los 18 años, ya era una navegante prometedora que había acumulado experiencia en regatas transatlánticas. Su mayor hito en la navegación llegó en 2005, cuando estableció el récord mundial de circunnavegación en solitario más rápida, completándola en 71 días, 14 horas, 18 minutos y 33 segundos. Este desafío extremo le enseñó una lección fundamental: en el mar, los recursos son limitados, y la gestión eficiente de ellos marca la diferencia entre el éxito y el fracaso.
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Esa comprensión de la escasez la llevó a reflexionar sobre el sistema de producción y consumo global. Durante sus travesías, fue testigo del impacto del ser humano en el medioambiente, desde la contaminación plástica hasta la sobreexplotación de los recursos naturales. Aquellas experiencias la llevaron a tomar un nuevo rumbo: convertirse en una voz líder en la transformación de la economía global.
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En 2010, MacArthur fundó la Ellen MacArthur Foundation con el objetivo de promover un modelo económico que reemplace el actual sistema lineal de «tomar, hacer y desechar» por uno circular, donde los recursos se mantengan en uso el mayor tiempo posible y se reduzca drásticamente la generación de residuos. A través de investigaciones, colaboraciones con grandes corporaciones y alianzas con gobiernos, su fundación ha logrado avances significativos en la implementación de este modelo.
Uno de los programas más destacados de la fundación es la iniciativa New Plastics Economy, que ha movilizado a más de 500 empresas y organizaciones para reducir la dependencia del plástico desechable. Empresas líderes en consumo masivo, como Unilever y Nestlé, han adoptado estrategias de economía circular en sus procesos de producción, alineando sus cadenas de suministro con prácticas sostenibles.
Además, la Ellen MacArthur Foundation ha desarrollado herramientas educativas para incorporar la economía circular en escuelas y universidades de todo el mundo. Esto no solo fomenta la innovación en las nuevas generaciones, sino que también garantiza que los futuros líderes comprendan la importancia de un sistema económico sostenible.
El camino hacia la economía circular no ha estado exento de desafíos. La transición de un modelo lineal a uno circular requiere cambios estructurales profundos en las políticas gubernamentales, la mentalidad empresarial y los hábitos de consumo de la sociedad. Las barreras regulatorias, la resistencia al cambio y la falta de infraestructura adecuada son algunos de los obstáculos que MacArthur y su equipo han enfrentado.
Sin embargo, su determinación ha dado frutos. Gracias a su labor, la Unión Europea ha incorporado estrategias de economía circular en sus políticas ambientales, y ciudades como Amsterdam y Copenhague han adoptado planes concretos para reducir los residuos y optimizar el uso de los recursos.
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El Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2024 es un reconocimiento a la incansable labor de MacArthur y su fundación en la promoción de soluciones sostenibles a nivel global. Durante la ceremonia en Oviedo, MacArthur enfatizó la necesidad de acción colectiva: «Ninguna persona, organización o gobierno puede resolver estos problemas por sí sola. La cooperación es el motor del cambio».
Este galardón subraya la importancia de la economía circular como una estrategia clave para abordar la crisis ambiental y la sostenibilidad empresarial. Grandes corporaciones, líderes gubernamentales y emprendedores han encontrado en las enseñanzas de MacArthur una guía. Una que sirve para rediseñar sus procesos y contribuir a un futuro más equitativo y resiliente.
Ellen MacArthur ha demostrado que el liderazgo no se mide solo por los récords alcanzados, sino por el impacto que se deja en el mundo. Su historia es una inspiración para empresarios, innovadores y ciudadanos comprometidos con la sostenibilidad. Su trabajo no solo ha cambiado la manera en que se concibe la producción y el consumo. También ha sentado las bases para un futuro donde la economía y el medioambiente puedan coexistir en armonía.
Desde los desafíos del Atlántico hasta los foros internacionales, MacArthur ha demostrado que cada acción cuenta. Y que la sostenibilidad no es solo una opción, sino una necesidad. Su legado seguirá inspirando a generaciones futuras para que sigan dejando huellas, no solo sobre las olas. También en la construcción de un mundo más sostenible.
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