Cuando Valentina Agudelo presentó su proyecto universitario en Bogotá, jamás imaginó que aquel experimento para la clase de “Espíritu Emprendedor” terminaría transformando la vida de miles de mujeres. Llevándola a recibir uno de los premios más prestigiosos de España: el Premio Princesa de Girona Internacional, en la categoría Crea Empresa.
Con 21 años y estudiando Administración de Empresas en la Universidad CESA, Valentina y dos amigas esbozaron un prototipo que cabía en la palma de la mano y que prometía detectar, de manera rápida y económica, posibles síntomas de cáncer de mama, la segunda causa de muerte por cáncer entre mujeres en Colombia. “Ganamos la feria y yo me obsesioné con el tema”, recuerda Agudelo, que ahora, a los 28 años, lidera Salva Health, la startup que desarrolló el dispositivo Julieta.
Accede a las historias más relevantes de negocios, bienestar y tecnología. Entérate de nuestros rankings y eventos exclusivos. Suscríbete y recibe en tu correo el mejor contenido de Mercado.
La idea de Valentina no era solo un experimento académico. Tras años de investigación, ensayos y alianzas estratégicas con laboratorios oncológicos y la aseguradora Sura, Julieta se convirtió en un dispositivo portátil. Que ya ha llegado a territorios remotos del país, donde acceder a una mamografía puede ser un lujo imposible. El aparato consiste en una “cajita” que, mediante seis electrodos adheridos al seno, realiza mediciones eléctricas capaces de detectar anomalías en el tejido en solo dos minutos y medio. Todo ello, sin necesidad de internet.
“Creemos que nadie debería morir de cáncer de mama por falta de acceso a un diagnóstico temprano. Este es un problema de tiempo, institucional y operativo que se puede corregir”, afirma Valentina.
La urgencia del proyecto no es exagerada. Según el Global Cancer Observatory, el cáncer de mama es el segundo más frecuente del mundo y el cuarto en mortalidad. En Colombia, en 2023, se diagnosticaron 9.615 casos, la mayoría detectados en fases avanzadas. Entre mujeres indígenas, el 57% de los diagnósticos ocurren tardíamente; entre mujeres negras, el 51%, y entre quienes no se identifican con ninguna etnia, el 40%, según Cuentas de Alto Costo.
En un país donde menos del 5% de las mujeres se realizan la prueba de forma proactiva, Julieta se convierte en una alternativa accesible y masiva. Una diseñada para operar incluso en zonas con poca infraestructura sanitaria o conectividad limitada.
La innovación de Julieta no solo reside en su portabilidad, sino también en la integración de inteligencia artificial, que automatiza la detección y permite un análisis predictivo de las mediciones, eliminando la dependencia de radiólogos especializados en lugares remotos. “Si detectamos anomalías, priorizamos el acceso a ecografías o mamografías y acompañamos a las mujeres durante todo el proceso”, explica Valentina. Hasta la fecha, unas 3.000 mujeres se han sometido a la prueba en 15 ciudades de Colombia, detectándose unas 400 anomalías, de las cuales entre 50 y 70 podrían ser cáncer.
Quizás te pueda interesar: La arquitecta de la moda: Laura Torres del Cueto y el nuevo mapa de HUGO BOSS en Latam
Ganar el Premio Princesa de Girona Internacional no solo significó un reconocimiento personal, sino que también abrió puertas comerciales y de inversión. “Nos llamaron inversionistas que antes nos habían dicho que no. Tenemos nuestro primer cliente en Venezuela y ya recibimos interés de varios países de Latinoamérica y España”, comenta la emprendedora.
Llevar una innovación médica a la realidad colombiana no fue sencillo. La regulación sanitaria, la falta de inversión inicial y la necesidad de alianzas estratégicas hicieron que Valentina y su equipo tuvieran que aguantar seis años sin ingresos, sosteniéndose gracias a premios y apoyos de inversionistas. “Fue de milagro”, confiesa entre risas.
Quizás te pueda interesar: María Elena Moré no hace retratos, hace historia a toda velocidad
Hoy, Julieta no solo representa un avance tecnológico, sino también un modelo de emprendimiento femenino con impacto social. Uno donde la rentabilidad se mide por vidas salvadas, no solo por resultados financieros.
“Solo somos exitosos si salvamos la vida, no si detectamos”, concluye Valentina. La colombiana que ha convertido un proyecto universitario en una innovación que acerca la salud a cada mujer, sin importar dónde se encuentre.
Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.