El regreso al trabajo después de dar a luz es una de las transiciones más difíciles para las madres posparto. En los Estados Unidos, la falta de acceso a licencias federales pagadas obliga a más del 25% de las madres a volver al trabajo dentro de los dos meses posteriores al parto y aproximadamente el 10% regresa en cuatro semanas o menos. Este periodo, que la autora Lauren Smith Brody denomina como «el quinto trimestre», es excepcionalmente desafiante.
Amy Joyce, en su columna del Washington Post, describe esta experiencia como un momento en el que las mujeres «regresan a sus trabajos cuando sus cuerpos (y corazones) podrían querer que hicieran lo contrario». Las madres enfrentan dolor en los senos, pérdida de leche materna, el estrés de equilibrar un trabajo con nuevas demandas familiares y el estigma de que una madre no puede sobresalir en el trabajo.
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Muchos artículos y debates en línea ofrecen consejos para la reinserción posparto, pero a menudo imponen a las madres la carga de facilitar la transición. Sin embargo, se reconoce cada vez más que los colegas y gerentes pueden desempeñar un papel crucial en apoyar el regreso de las madres al trabajo.
En nuestra investigación, identificamos conductas específicas que las madres posparto valoran. A través de entrevistas y encuestas, encontramos cuatro tipos de comportamientos de alianza más valorados:
Es importante tratar a cada madre como experta en sus necesidades y adaptar las estrategias de apoyo a sus desafíos específicos. Como señaló una de nuestras entrevistadas, Heather: “Todo lo relacionado con el parto y la crianza es impredecible, fluido y único”. La flexibilidad y la comunicación abierta son claves para ser un aliado eficaz.
Las conductas de apoyo posparto aumentan la confianza de las madres en su capacidad para equilibrar el trabajo y la maternidad, y reducen los sentimientos de culpa por no cumplir con las expectativas en ambos roles. También ayudan a reducir los síntomas depresivos posparto, lo que es crucial ya que la depresión posparto es la complicación más común del parto.
Cualquier persona en la organización puede ser un aliado para las madres posparto: gerentes, colegas, personas con o sin hijos, de todas las identidades de género. Las conductas de apoyo también pueden beneficiar a los padres que no son biológicos, como los padres adoptivos.
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