A medida que el costo de vida sigue en ascenso, la estabilidad financiera de los empleados se convierte en un factor crítico que impacta directamente en el rendimiento y la retención del talento dentro de las empresas. La necesidad de diversificar fuentes de ingreso ha dejado de ser una estrategia opcional para convertirse en una cuestión de supervivencia económica para una gran parte de la población trabajadora, dentro y fuera de la Republica Dominicana. Esto ha generado un significativo estrés financiero, que ha generado una disminución importante en la productividad laboral.
Según el Informe sobre el Estado del Ingreso Suplementario en EE.UU. de 2025 de MyPerfectResume, el 71% de los trabajadores en Estados Unidos ha recurrido a fuentes de ingresos secundarias para hacer frente a sus gastos básicos. Esto incluye trabajos independientes (39%), segundos empleos con otro empleador (32%) e inversiones (24%). El dato más alarmante es que solo el 5% de los encuestados afirmó que su empleo principal es suficiente para cubrir sus necesidades financieras.
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Este fenómeno no es exclusivo de Estados Unidos. En América Latina, un estudio de la CEPAL indicó que cerca del 50% de los trabajadores informales también combinan diversas actividades económicas para alcanzar un ingreso sostenible, reflejando una tendencia global impulsada por la creciente desigualdad salarial y el aumento del costo de vida.
El informe destaca tres razones principales por las cuales los trabajadores recurren a ingresos suplementarios:
Este último punto es clave. El salario real (es decir, el poder adquisitivo de los trabajadores) ha disminuido debido a la inflación persistente. Un análisis de la Reserva Federal de EE.UU. muestra que, a pesar de los incrementos salariales en algunos sectores, el crecimiento del costo de vida sigue superando el aumento de los ingresos, lo que obliga a los empleados a buscar alternativas para mantener su calidad de vida.
La búsqueda de ingresos adicionales tiene consecuencias en el rendimiento laboral. El 49% de los encuestados afirmó que un segundo empleo afecta su concentración y desempeño en su trabajo principal, mientras que el 21% reportó un deterioro en su salud física debido al exceso de trabajo. Este agotamiento puede traducirse en menor productividad, aumento del ausentismo y, en última instancia, en una mayor rotación dentro de las empresas por estrés financiero.
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El informe también destaca una disparidad de género preocupante. Mientras que el 44% de los hombres encuestados tiene un negocio secundario, solo el 35% de las mujeres logra hacerlo. Esto puede explicarse por la carga desproporcionada de responsabilidades domésticas y de cuidado que aún recae mayoritariamente en las mujeres, limitando su capacidad para generar ingresos adicionales.
Ante esta realidad, los empleadores tienen un papel clave en mitigar la presión financiera de sus empleados. Algunas estrategias incluyen:
La crisis del salario real está reconfigurando la forma en que los empleados gestionan su vida laboral y personal. Para las empresas, ignorar esta tendencia puede traducirse en una fuerza laboral menos comprometida y en un aumento de la rotación. Adaptarse a las nuevas dinámicas salariales no solo es una medida de responsabilidad corporativa, sino también una estrategia clave para la retención y el bienestar del talento en el largo plazo.
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