Una alergia es una reacción del sistema inmune a una sustancia extraña. Algunas de las alergias más comunes se producen por los ácaros del polvo, el polen, alimentos, picaduras de diferentes insectos, medicinas y esporas de moho.
Una reacción alérgica, usualmente, se produce contra algo inofensivo para el organismo y puede provocar hinchazón, sarpullido, picazón, asma, estornudos y algunas otras reacciones leves, pero de ser severas, podría producir una reacción alérgica grave que se conoce como anafilaxia y que puede producir la muerte.
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Las emociones son el significado que le damos a algún recuerdo, que se produce de manera inconsciente y puede surgir cuando pensamos en ese recuerdo por alguna situación de nuestra vida.
Es ampliamente conocido que las emociones y los estados de ánimo influyen directamente en nuestra salud mental y física, pues el estrés, la depresión y la ansiedad, por poner algunos ejemplos, pueden provocar que se acelere el ritmo cardíaco, dolores en el pecho e incluso provocar que nos enfermemos, lo que constituyen señales de alarma sobre lo que nos está pasando.
Continunando con la influencia de factores emocionales en el desarrollo de alergias, estos fenómenos también se producen en personas con algún tipo de alteración emocional, a lo que se le suman factores ambientales que son los que terminan desencadenando la alergia como tal.
Al estar estresados o deprimidos, la piel tiende a ser más áspera y su color es más opaco, mientras que con un estado de ánimo óptimo tiende a estar más suave y brillante. De esta forma que las emociones afectan a la piel, afectan a casi cualquier otra parte de nuestro cuerpo, lo que se puede ver en evidencia con las alergias.
Realmente, los seres humanos somos el reflejo de lo que pensamos, sentimos y de las cosas con las que interactuamos, por ende, toda la comprensión sobre la realidad influye en nuestra salud general, en la energía que tenemos, la concentración y capacidad productiva, pues todo nuestro cuerpo esta relacionado, de lo contrario, no seríamos un ser vivo. Es por esto que, cuando nos encontramos bien emocionalmente tendemos a sufrir de menos dolencias y gozamos de mejor salud en líneas generales.
Aunque la mayoría de las veces las alergias son inofensivas y no hay nada de que temer, es importante para quienes las tengan regularmente estar pendientes de los síntomas que presentan, para evitar una posible complicación que puede convertirse en una situación que atente contra su bienestar.
También, cuidar la salud física y emocional ayuda a la calidad de vida en general, siendo importante revisar diferentes problemas en estos ámbitos porque también contribuirá a cómo nos sentimos. (por Gabriel Núñez)
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