El futuro de los colorantes alimentarios en América Latina - Revista Mercado

El futuro de los colorantes alimentarios en América Latina

Por | agosto 5, 2025

La industria alimentaria de América Latina se enfrenta a un escenario en constante transformación, marcado por las demandas de consumidores más informados y regulaciones cada vez más exigentes. En este contexto, la Alianza Latinoamericana de Asociaciones de la Industria de Alimentos y Bebidas (ALAIAB) organizó recientemente el foro virtual Poniendo color a las nuevas regulaciones, un espacio dedicado a analizar los retos y oportunidades que surgen con los cambios normativos en el uso de aditivos, especialmente los colorantes.

El encuentro congregó a expertos del sector para debatir sobre las tendencias actuales, el marco regulatorio regional y la influencia de las decisiones tomadas en mercados clave, como Estados Unidos.

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Uno de los ejes centrales fue la creciente preocupación de los consumidores por entender no solo qué contienen los productos que adquieren, sino también cuál es la función de cada ingrediente. Esta transparencia, impulsada por normativas más estrictas y por la presión de compradores mejor informados, obliga a la industria a adaptarse sin perder de vista la innovación y la seguridad.

Regulación y estándares internacionales

Uno de los temas más relevantes abordados durante el foro fue la importancia de alinear las regulaciones locales con los estándares internacionales, particularmente aquellos establecidos por el Codex Alimentarius y evaluados por el Comité Conjunto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Los participantes coincidieron en que cualquier modificación en las normativas debe basarse en criterios científicos sólidos, evitando decisiones arbitrarias que puedan afectar la competitividad del sector sin justificación técnica.

La industria reafirmó su compromiso con el uso responsable de aditivos, garantizando que los colorantes autorizados cumplan con los más altos niveles de seguridad antes de llegar al mercado.

El auge de los colorantes naturales y los avances tecnológicos

Uno de los aspectos más destacados del foro fue el análisis sobre el desarrollo de colorantes naturales, que en los últimos años han experimentado una notable evolución. Si hace una década ofrecían tonalidades limitadas y baja intensidad, hoy pueden competir en vivacidad y estabilidad con sus contrapartes artificiales, gracias a mejoras en las técnicas de extracción y procesamiento.

Este progreso ha permitido a las empresas responder a la creciente demanda de productos más limpios y con etiquetas reconocibles, sin sacrificar el atractivo visual que los consumidores esperan. Sin embargo, el reto sigue siendo asegurar que estos ingredientes naturales mantengan su eficacia a lo largo de la vida útil del producto, resistiendo factores como la exposición a la luz, cambios de temperatura y procesos de fabricación.

Armonización regulatoria y competitividad

Otro punto clave discutido fue la necesidad de armonizar las regulaciones en América Latina para evitar fragmentaciones que compliquen el comercio intrarregional. Los expertos señalaron que, si bien cada país tiene sus propias normas, es fundamental trabajar en mecanismos que faciliten la homologación de criterios basados en evidencia científica.

Esto agilizaría los procesos para las empresas y evitaría barreras innecesarias que encarecen los productos finales.

Además, se abordó el impacto que pueden tener las decisiones regulatorias de mercados como Estados Unidos, cuyas normativas suelen influir en las políticas de otros países. Ante esto, la industria latinoamericana debe mantenerse atenta y proactiva, participando en los debates internacionales para asegurar que sus intereses sean considerados.

Innovación sin comprometer la experiencia del consumidor

Finalmente, el foro dejó en claro que, más allá de los aspectos técnicos y regulatorios, el objetivo principal sigue siendo ofrecer alimentos seguros, atractivos y de calidad. Los colorantes, ya sean naturales o artificiales, cumplen una función esencial en la percepción sensorial de los productos, y su regulación debe equilibrar la seguridad con la experiencia que esperan los consumidores.

El camino a seguir implica seguir invirtiendo en investigación, colaborar con las autoridades y, sobre todo, escuchar las demandas de un mercado cada vez más exigente. El futuro de los colorantes en la región dependerá de cómo se logre este equilibrio entre ciencia, regulación y expectativas del consumidor.

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