El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias, inflamando sus paredes internas, por lo que se vuelven más estrechas y dificulta la respiración. Una persona puede experimentar, además de dificultad para respirar, presión en el pecho, tos y sibilancia, aunque no todos los asmáticos responden de la misma manera.
Es importante considerar que si un ataque de asma empeora es una situación muy seria que debe ser atendida por un especialista porque implica riesgo de muerte. Por su parte, la homeopatía es un método terapéutico basado en el uso de ingredientes naturales para elaborar tratamientos que, aunque muchos expertos ven con buenos ojos esta práctica, muchos otros detractores consideran que es una pseudociencia.
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Este método se utiliza con enfermedades comunes y para síntomas leves de enfermedades crónicas y otros síntomas como las náuseas. Conociendo esto, es importante qué cada individuo identifique que factores desencadenan el asma y hacer lo posible para evitarlo.
En cuanto a los medicamentos que se utilizan para controlar los síntomas, algunos como los corticoides pueden tener efectos adversos en el crecimiento de los niños a largo plazo.
La ventaja de los tratamientos homeopáticos es que al ser naturales, se pueden utilizar de forma segura en cualquier individuo, además complementarse con las terapias comunes para esta enfermedad de ser necesario.
De hecho, el uso de estos medicamentos contribuye a limitar el uso de otros medicamentos más agresivos para controlar patologías respiratorias y también pueden ayudar a disminuir la sensibilidad del paciente a determinados factores que desencadenan el asma.
Otro beneficio que puede traer la homeopatía es que no tiene efectos secundarios ni contraindicaciones, por lo que constituye un gran aliado para tratar los síntomas relacionados al asma sin afectar el desarrollo de un nonó en edades tempranas.
Esto no significa que seguirá un tratamiento completamente homeopático, sino que mantendrá un balance entre los tratamientos de este tipo y los recetados comúnmente. Al final, es la experiencia de cada médico la que también determinará que tipo de tratamiento pondrá para cada paciente.
La genética estudia la herencia biológica que los hijos reciben de sus padres, desde su apariencia hasta la posibilidad de padecer ciertas condiciones.
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